miércoles, 28 de mayo de 2014

Que poco me gusta ser florero... me resisto a ello

Ayer se podía leer en algún medio de comunicación que era el primer pleno en el que desempeñaba un papel secundario. El ordinal, sinceramente, para mí es lo mismo. Da igual. Por eso, aún ocurriendo como decía ayer una compañera que "miles de ciudadanos dieron su apoyo a la lista que se presentó en 2011, encabezada por mí y en el orden que se presentó, y un solo ciudadano utilizando mal su poder absoluto, os lo quita... fascismo puro". Acepté el cambio. Volví al sitio que obtuve en la elecciones municipales de 2007. Que más da donde sentarse, el problema es la "inutilidad" en la que se ha convertido la sesión plenaria. Sin participación, sin debate, sin opinión. Las mayorías absolutas utilizadas bajo la fórmula del absolutismo es lo que conlleva. En el pleno y en el grupo. 

Decía el periodista que "aguanté estoicamente, ya que en ningún momento pude tomar la palabra ni en la defensa de las propuestas socialistas ni en el debate del resto de emociones". Nada nuevo en el horizonte. Así viene sucediendo desde hace demasiado tiempo. Año y medio en el que casi no me han dejado intervenir en los plenos y mucho menos proponer iniciativas. Hace tiempo que se prefirió tirar efectivos por la borda y así se ha hecho y se seguirá haciendo. Decidieron coartar mi libertad de expresión, mi libertad de opinión, y mi derecho a la defensa de los intereses de los gaditanos. Durante cinco años lo viví aplicado por el Partido Popular y ahora por los "míos".

La viceportavoz

Decía igualmente este periodista, que en octubre de 2012 descendí al segundo puesto en el grupo municipal socialista.... "Ayer se convirtió en una concejala mas al dejar su cargo de viceportavoz". Nunca he sido viceportavoz. Otro de los métodos empleados, el reparto de los "roles" dentro del grupo de forma sectaria. Los estatutos del partido establecen que se han de elegir portavoz, viceportavoz y secretario/a en cada grupo municipal. El portavoz decidió repartir "entre los suyos". No fue así cuando yo era portavoz, él era el Secretario del grupo. La ubicación siempre fue respetando el orden de la lista electoral.
Esta es la carta que inmediatamente remitieron a los colectivos de la ciudad, como prueba de que las cosas debían quedar muy claritas. Qué tontería! Jamás se me ocurrió enviar una cosa así a nadie. Por cierto, la carta con lenguaje sexista, ¡ahora resulta que somos todos hombres!

Bueno, lo dicho. Me resisto a ser florero, jarrón chino... como quieran llamarlo. Planté cara al poder absoluto ejercido por la derecha y pienso hacerlo también a quienes enarbolando la bandera del socialismo utilizan las mismas técnicas.

1 comentario:

  1. Bravo Marta: Te comunico que esta carta no la han enviado a los correos de los afiliados, si mandan las chorradas que salen en la prensa o sea las cosas tan importante que cuenta el portavoz. Que pena con todo lo que hemos luchado por el lenguaje sexista, supongo que debia de haber puesto concejala, que no te importe tu nunca seras florero, pienso que no estas educada en eso. Animo y adelante

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