Me emocionó ver a Sergio Ramos con la bandera andaluza en la final de Champions en Lisboa. Su grito de Viva Andalucía. Yo que no soy seguidora de equipo alguno, salvo del Cádiz, me quedé con eso el sábado por la noche. Y con la buena conversación que mantuvimos los amigos con los que compartí el evento deportivo. Uno de ellos de nacionalidad francesa, hijo de emigrantes españoles.
Ahí surgió la conversación sobre la diversidad y la interculturalidad que existe en Francia. Lo amplio del territorio francés, con Departamentos en las antípodas de su territorio europeo. Guayaba francesa, la Martinica, Polinesia francesa, etc. Por eso, !cómo es posible que la ultraderecha, el partido de Le Pen, un partido racista y xenófobo, haya obtenido unos resultados que ponen los pelos de puntas? Un país construido y levantado por muchos extranjeros, con ciudadanos en ultramar de pleno derecho, y !arrasando la ultraderecha¡... Algo está pasando y no parece que pueda ser positivo para tener un futuro igualitario, justo y solidario. La llave de la puerta a un futuro diferente está en nuestras manos.
Ahí surgió la conversación sobre la diversidad y la interculturalidad que existe en Francia. Lo amplio del territorio francés, con Departamentos en las antípodas de su territorio europeo. Guayaba francesa, la Martinica, Polinesia francesa, etc. Por eso, !cómo es posible que la ultraderecha, el partido de Le Pen, un partido racista y xenófobo, haya obtenido unos resultados que ponen los pelos de puntas? Un país construido y levantado por muchos extranjeros, con ciudadanos en ultramar de pleno derecho, y !arrasando la ultraderecha¡... Algo está pasando y no parece que pueda ser positivo para tener un futuro igualitario, justo y solidario. La llave de la puerta a un futuro diferente está en nuestras manos.
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