Cuarenta y ocho horas después de que Alfredo Pérez Rubalcaba anunciara la celebración de un Congreso Extraordinario para elegir al nuevo Secretario o Secretaria General, ya se alzan las voces que defienden primarias dentro del partido. Un militante, un voto. Un grito que lleva años exigiendo la militancia. En la última ocasión, con motivo de la Conferencia Política celebrada en octubre del año pasado. Ahí, ciento de aportaciones que fueron en parte a parar a la papelera, solicitaban que nuestra partido eligiera sus cargos orgánicos desde la participación de toda la militancia. Como ya se hace en el caso de las ejecutivas locales. Esto fue desechado.
Sí se aprobó que la elección del candidato o candidata a la Presidencia del Gobierno sea mediante primarias con la participación de los y las simpatizantes. Una vez aprobado para tan alta representacion, así debería ser la elección del candidato o candidata a las Alcaldías, con la participación de toda la militancia y de simpatizantes. Esto està por ver, habrá quien no quiera ni con agua caliente.
Convocar un Congreso Extraordinario sin la participación de toda la militancia, excusándose en la ausencia de esa previsión en nuestros Estatutos, sólo vuelve a poner el acento sobre nosotros. Otra vez delegados que a su vez eligen delegados, que eligen a los otros delegados que van a Madrid. La ciudadanía pide más democracia, que las organizaciones políticas se muevan en el respeto a la pluralidad, a la diversidad y a la participación. Otra cuestión será, también a debatir y más aún a desterrar, el clientelismo instalado hace años en la organización. Y el abandono por la militancia de su vocación por formar parte del proyecto. Se prefiere tirar la toalla antes que "combatir" desde dentro. De este modo, el partido adelgaza en su militancia y eso solo beneficia a quien se mantiene a base de la viejas fórmulas.
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