La doble vara de medir de Irene García

No seré yo quien saque nombres a relucir. No seré yo quien diga por qué este sí y la otra no. Pero no puede dejar de sorprenderme la actitud, el comportamiento que algunos responsables de mi partido han tomado ante el hecho, en este caso, de la toma de declaración ante un Juzgado. 

Lo hizo hace dos semanas Mario Jiménez, portavoz socialista en el Parlamento de Andalucía -anteriormente senador socialista que cedió su escaño a Griñan, con mayor anterioridad Vicesecretario General del PSOE Andaluz y si miras su biografía más y más y más-. Mario Jiménez apoyó, no sé en calidad de que, la medida que la Ejecutiva Local tomó sobre mí al conocerse mi imputación -ahora recurrida-. Es más aseveró que la dirección general estudiaría la posibilidad de apertura de expediente disciplinario. Al día siguiente, tras la confirmación de la imputación de otra compañera de partido, Marío señalaba que la presunción de inocencia prevalecía sobre esta compañera y que por tanto el partido no tendría que tomar decisión alguna sobre ella -me alegro por ello y muestro mi conformidad-. La realidad es que Mario Jiménez va y viene, no sólo en sus apreciaciones sino también en sus cargos. Ahora más, no ostentando responsabilidad alguna en la organización, realizando apreciaciones internas, cuanto menos contradictorias.  

Pero hoy, mi Secretaria General Provincial ha opinado sobre la toma de declaración en calidad de testigo de Paco González Cabaña. Está tranquila, porque cree en la inocencia de Paco. Pero !no es ese momento procesal!, !Irene!, Paco no está imputado, y para ello cuenta con la "ley de la ventaja", la del aforamiento. Pero, lo que más curiosidad me ha creado es que ya nadie se acuerde de otra compañera imputada en el caso Bahía Competitiva, defendida "hasta la muerte" -o eso parecía- por Paco y "decapitada" por la Secretaria Provincial. Sé que ella demostrará su inocencia, y sé que está muy tranquila en estos momentos, pero aún resuenan para mí los ecos informativos de su destitución en el Ayuntamiento de Sanlúcar. Y creo, sinceramente, que soplando vientos de lealtades entre nuestro diputado en Cortes y nuestra Secretaria General, lo menos que podría hacer Paco es pedir a Irene la restitución de esta compañera.