Nueva guerra en el Ayuntamiento de Cádiz.
Ahora la discusión versa sobre el espacio físico de cada uno de los grupos políticos
para realizar la labor que corresponda a cada uno de ellos. Inaceptable que
esta situación aún no se haya abordado y que Ciudadanos no tenga
despacho.
El PP lo tenía pensado desde el principio. Ellos se quedarían como estaban y el resto a repartir. Pero no. Perderá uno de los dos despachos que venían utilizando hasta
ahora en el pasillo de los grupos políticos, debiendo ceder parte de su espacio a Ciudadanos. Y ahora es cuando me sale el "donde las dan, las
toman". Ver al portavoz popular quejándose amargamente de la decisión
adoptada por el Alcalde no tiene precio. Para mí, como exconcejala del grupo
mayoritario de la oposición -como él se ha encargado en reiteradas ocasiones de
calificar a su grupo-, no tiene parangón. Y es que el PP ha tratado siempre con absoluto desprecio a la oposición. Da igual, a PSOE o a IU. A todos y
siempre. Y ahora es cuando me viene nuevamente a la memoria por qué el PP tiene
dos despachos, a pesar de que sus concejales y concejalas no realizaban actividad alguna en ellos.
El grupo socialista disponía de dos
despachos hasta 2006, año en el que ocurrió el derrumbe del Campo de las Balas
con el resultado de la muerte de un menor. El PSOE decidió emprender acciones
legales contra el equipo de gobierno por la irresponsabilidad de no haber
vallado la zona para evitar el trágico accidente. Aquella acción legítima del grupo socialista conllevó la reprobación en un pleno del entonces portavoz socialista
Rafael Román y que el grupo socialista sufriera la merma del espacio físico
para desarrollar su labor, dejándolo con la utilización de un único despacho de
escasos metros cuadrados en la que hemos tenido que desarrollar nuestra labor.
Una reprimenda en toda orden. En esa decisión participó el actual portavoz del
PP y se tomó sin consulta alguna en la junta de portavoz, bien lo sabe él.
Más anécdotas podría contar, como cuando
nos quisimos reunir con los trabajadores y trabajadoras del Centro Cultural
Reina Sofía en el Salón Isabelino y se nos negó la utilización del mismo. O cuando ante la decisión del anterior gobierno municipal de legalizar los
establecimientos ubicados en La Caleta o en el Parque de los antiguos Cuarteles
de Varela vulnerando el PGOU se nos negó la posibilidad de hacer la rueda de
prensa en ese salón y la hicimos en la puerta de acceso a
Alcaldía como medida de protesta.
Así que más vale que Ignacio Romaní deje
de soltar "perlas", porque por cada una de ellas hay un momento en su
historia como concejal de gobierno para recordarle la misma actitud que él
reprocha al actual equipo de gobierno.
Siempre los grupos políticos debieron
estar bien dotados porque tan importante es la labor de gobierno como la labor
de oposición, que incluye entre otras funciones, la de fiscalizar al gobierno
municipal. Esto el PP jamás lo entendió ni lo permitió.
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