Importantísima la actividad que desarrolla en nuestra ciudad la Comisión de Patrimonio. En una ciudad con tres mil años de historia, con barrios como el Pópulo en los que vayas por donde vayas descubres un monumento. Un fiel reflejo de nuestra historia. Por eso, el concejal de urbanismo no debería marcarse sólo como prioritario en la actividad que desarrolla esta comisión el otorgamiento de licencias de obras, sino también el control exhaustivo de las mismas para que Cádiz no siga sufriendo el expolio patrimonial como hasta ahora.
Recuerdo la barbarie cometida en la rehabilitación de la finca situada en Ruiz de Bustamente 4. Destrozada patrimonialmente. Ahora sin valor alguno. Mi compañera Marisa de las Cueva actuó denunciando la situación, tras la información recabada a través de los vecinos. Este expolio quedó en una sanción administrativa de 15.000 euros para la promotora. Ahí queda la cosa. Y recuerdo también las veces que nuestro amigo Alfredo Serrano, historiador gaditano, ha venido al grupo socialista indignado con el anterior gobierno municipal por las desapariciones de elementos arquitectónicos de relevante interés patrimonial sin que aquel le diera importancia alguna.
Por eso, está muy bien que el gobierno municipal quiera dar un mayor impulso a la Comisión Municipal de Patrimonio, pero éste no sólo debe traducirse en la frecuencia de las reuniones y en dar entrada a la participación a los vecinos y vecinas que llevan años denunciando el abandono del patrimonio de nuestra ciudad, sino que también debería reflejarse en impedir que nuestro patrimonio se siga perdiendo. Y además deberían ponerse en la tarea de recuperar algunos elementos desaparecidos como por ejemplo la reja del antiguo gobierno militar. Dicho queda.
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