Hace una semana que el Equipo de Gobierno
sacó adelante con los votos del PSOE su propuesta de organización. Una iniciativa
que desdice la planteada inicialmente y que contraviene la contrapropuesta
presentada por el grupo socialista. Sinceramente me propuse no hacer pública mi
opinión sobre lo acontecido en ese pleno, más aún sobre las palmas de las manos
derechas o izquierdas levantadas, pero ayer me enteraba de otro rumor. Otro mal
intencionado. Al parecer un socialista anónimo daba su visión en el blog de Fernando
Santiago sobre la propuesta socialista, y se me adjudica su autoría. Parece que
no han aprendido algunos que soy una firme defensora de la libertad de
expresión y opinión. Que no escondo mis pensamientos, mis inquietudes ni mis
opiniones. Por eso escribo en este blog. A estas alturas no me hace falta
acudir al anonimato, ni lo haría. Siempre de frente, a veces con el pecho
descubierto y sangrandome aún la espalda.
Ríos de tinta sobre el debate, sobre los
votos, los acuerdos y los consensos para sacar adelante una propuesta, en
principio, planteada por el Equipo de Gobierno que mermaba el ahorro presentado
inicialmente. Así que de lo que el día 9 de julio supondría un ahorro
incialmente de unos cuatro cientos cincuenta mil euros, finalmente se encajó en
trescientos mil euros menos para las arcas municipales. Y se hizo el silencio
en la bancada socialista. Supongo que algunos concejales tuvieron que tragar
saliva en la votación, una vez más, con la incoherencia por delante al no
mantenernos firmes en la contrapropuesta planteada.
De las retribuciones a los concejales y
concejalas
Para mayor sonrojo, en el punto de las
retribuciones a concejales y concejalas ni ‘mu’. Claro está, ¡como íbamos a
predicar con el ejemplo si no podemos! Inasumible era que el gobierno municipal
se quedara con seis concejales/as a dedicación exclusiva. Más aún con la bisoñez
o inocencia que tienen. Así que ni corto ni perezoso el Alcalde tiró del carro
de la negociación en la partida destinada a las asignaciones a los grupos políticos
para obtener el voto favorable de la mayoría de la Corporación. Por ahí, sí. Ya
lo dije en una entrada en este blog. Pero, en el debate no faltaron las frases
polémicas y el “y tú más”. “Se le olvida a usted. Sr. Romaní, que también cobra
de la Diputación la Sra. Colombo”, dijo quien hizo las veces de portavoz
socialista. Como si eso pudiera exculpar el voto favorable. La concejala
aludida asentía con la cabeza. Hasta que el Alcalde rompió la baraja: “no se
preocupen ustedes, a mi cuenta corriente sólo irán los 1.880 euros a los que me
he comprometido, el resto lo donaré según las necesidades de la ciudad, y por
ejemplo, el sobrante del primer sueldo que cobre de la Diputación, lo donaré a
Calor en la noche –con el agradecimiento expreso de la asociación aludida-“. Y
en ese momento, caras de perplejidad. Pareciera que algunos no han aprendido
aún que en política, cuando entras en el cuerpo a cuerpo con el adversario, hay
que adelantarse a la respuesta y saber que hay cosas en las que es mejor no
discutir o bien llevarlas argumentadas de otro modo. Si es que…
Nuestro posicionamiento y argumentación en
ese pleno quedarán para los anales de la historia. Incoherencias han escrito
algunos, bochorno han expresado otros, éstos más cercanos a las filas socialistas,
militando o simpatizando en ellas. Pero lo peor han sido las excusas vertidas
para no mantener lo inicialmente publicado por los socialistas, que ha dejado a
los que hicieron una defensa encendida de la propuesta con “las patas
colgando”. Todo por la improvisación o por el marketing en la cuestión. No lo
sé. Lo que sí se es que la calle nos tildó de ‘peseteros’ en el bloqueo del
pleno inicial y lo volvió a hacer tras el pleno de organización. Será verdad
que nos hace falta un asesor o asesora en comunicación.
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