Romaní: Chiste sin gracia y cargo sin eficacia

Hay que tener una especial habilidad y predisposición al ejercicio del cinismo, para afirmarse como respetuoso con la Ley de Memoria Histórica en su acatamiento, en su cumplimento y luego hacer chistes en los Plenos del Ayuntamiento de Cádiz sobre la misma. Y a las pruebas me remito, acta del Pleno de 27 de febrero de 2012, punto 14º en el que se pide por parte del PSOE la elaboración de un protocolo de actuaciones para llevar a cabo las exhumaciones de los restos que se encuentran en el subsuelo del cementerio de San José, en tres ocasiones el Teniente de Alcaldesa, Ignacio Romaní, se refiere a la “memoria histérica”. Una vez, puede que error o lapsus, tres veces se trata sin duda de 'cachondeo'. Y empleo esta palabra a conciencia, porque lo que hizo en ese pleno Ignacio Romaní, fue eso. De una parte el chiste facilón y de otra “falta de seriedad o rigor en un asunto que lo exige” que es la segunda acepción que el diccionario de la Academia de la Lengua da a la palabra 'cachondeo'.

Y la cosa no tendría mayor importancia, más allá de la soberbia con que el Partido Popular en sus meritorios ejerce el poder, si no fuera porque la sorna va directamente contra gente que fue violentamente apartada de la vida, contra sus familiares, contra quienes comparten sus ideas, contra los principios de respeto democrático y humano, contra la ley vigente y contra la más elemental humanidad exigible a un cargo público. Sin embargo, esa vez le falló el subconsciente e hizo un chiste. Pero en el tema inapropiado, con el mayor de los sentidos de inoportunidad que se ha visto en nuestro Ayuntamiento en años.  Podía el señor Romaní haber intervenido en aquel y en otros plenos municipales contándonos que gestiones ha realizado durante seis años, desde que asumió la responsabilidad en Urbanismo o porqué nunca se ha buscado la financiación que requiere esa actuación. Diez años con el mutismo informativo propio del Partido Popular, sin posibilidad de consensuar una cuestión tan importante como ésta, de tanta trascendencia histórica. Porque una cosa es consensuar, admitiendo y adoptando las peticiones de los demás, y otra, bien distinta es, trasladar solo información en una reunión.

Por eso no me molesta demasiado la tribuna que me ha dedicado hoy este concejal en el Diario de Cádiz, lo digo desde el plano de los insultos personales que vierte. Pero me sigue molestando enormemente las palabras de quien bromea con los asuntos serios, que afectan a la justicia y a la convivencia. Me permito pensar que incluso no se trata de una actitud del Partido Popular, más bien parece la actitud de un meritorio en la carrera por la sucesión de Teófila Martínez, una especie de posicionamiento por alcanzar el delfinato.

No es la primera vez que hablamos, opinamos y proponemos sobre el tema, ni en esta ni en anteriores mandatos municipales. Y no me creo que le suene a nuevo, ni que no me haya oído hablar antes del tema, como a muchos de mis compañeros y compañeras. Más bien será que el asunto le pone nervioso, que le produce "repelús". Porque la memoria histórica, que no 'histérica', tiene varios protagonistas: las víctimas -muchas de ellas, personas que militaban en organizaciones de izquierda-, los verdugos, los testigos, incluso los indiferentes o los que miraron hacia otro lado. Pero de lo que escribí, era de las víctimas, del respeto a las mismas y del mínimo ejercicio de justicia que se les debe.

Porque desde la legitimidad que me da haber sido elegida concejala tras haber encabezado la candidatura a la alcaldía por el PSOE de Cádiz, honor impagable para alguien que como yo se siente de izquierdas, pregunto, hablo, escribo, propongo, me reúno, consulto, predico o hago lo que tenga que hacer en el interés primero de los votantes socialistas y segundo de toda la ciudadanía de mi ciudad. Sin hacer chistes y con el mayor respeto democrático hacia mis oponentes. Porque ni me gusta ni me parece correcto cómo el Partido Popular está tratando el tema de los 406 gaditanos y gaditanas enterrados en fosas comunes a causa de una guerra civil y una dictadura incívica  escribí lo que escribí el pasado miércoles en el Diario de Cádiz. Y lo volveré a hacer a pesar de los chistes y las tribunas difamatorias.