miércoles, 3 de abril de 2013

La culpa, de los trabajadores de Navantia



El PP se va a Madrid y vuelve nuevamente con las manos vacías. Teófila no fue a la reunión  quizás, porque sabía de la pantomima que se iba a montar allí o quizás porque sabría que el discurso de Antonio Sanz al termino de la reunión iba a ser tan de "escolar", que prefirió no tener que aguantarlo. Sinceramente, para leer lo que ha dicho Antonio Sanz hay que tener un rato de paciencia, porque se ha creído que aquí somos todos tontos: "Nos han garantizado unidad de acción", ¿cómo?; "el debate sobre la carga de trabajo se va a acabar, porque hay expectativas importantes", ¿el debate?; "encuentro esperanzador". Los trabajadores no necesitan esperanza, esa para los de Triana, sino trabajo. Y ya cuando tiene el momento de "santificacion" de la gestión del PP, señalando que "el Partido Popular tiene interlocución directa, permanente, fluida, responsable, realista con la SEPI", es cuando pienso que Sanz no se ha enterado de que los trabajadores llevan un año luchando por sus puestos de trabajos, y los dirigentes del PP montando esperpentos para salir del paso. 

Pero lo peor es que el PP usa nuevamente su técnica de infundir el miedo, de hacer responsable de su mala gestión a los ciudadanos. Y como la publicidad subliminal, lanza que la culpa de la perdida de la reparación del buque "Grand Holiday" es de los trabajadores del metal que ha convocado huelga para el día 8 ante la ausencia de firma del convenio con los empresarios del sector. No es casualidad que se relacione la decisión de Iberocruceros con la convocatoria de huelga, es la típico técnica del PP para infundir miedo, para que los trabajadores renuncien a sus legitimas pretensiones pensando que pueden estar peor si secundan una huelga. Y es que al final, siempre es lo mismo, la derecha intentando trasladar su ideología a la calle, para que terminemos pidiendo perdón por reivindicar nuestros derechos. 

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