No salgo de mi asombro cada vez que esta dirigente del PP, que ni mas ni menos es la secretaria general del ese partido, abre la boca. No sólo por el contenido de sus palabras, aunque posteriormente las niegue con las más pura técnica de "tira la piedra y esconde la mano", sino también por la imprudencia política de sus manifestaciones. Pero qué podemos esperar de quien es la máxima exponente práctica de los recortes sanitarios del Partido Popular. Pueden preguntar en Castilla La Mancha por ellos.
Hace unos días comparó los escraches con el nazismo y ayer en La Vanguardia aseguraba que "los votantes del PP se ajustan el cinturón para pagar la hipoteca y otros no hacen lo mismo por excusas vagas". Una provocación ciudadana tras otra. Ni sé si lo que pretende esta señora es que la calle arda, porque la cosa está que sólo hace falta echar un poco de gasolina más del PP y que se encienda el cerillo el próximo día 26, cuando se materialicen los nuevos recortes del gobierno central.
Increíble, pero esto sólo demuestra que el Partido Popular se ha quitado la careta, y que durante el gobierno de Aznar pasaron casi "desapercibidos" y ahora se comportan tal y como son: ultraderecha pura y dura.
porque es una bocaza
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