viernes, 26 de junio de 2015

Traiciones por Almudena Grandes

Hoy la columna de Almudena Grandes para la Cadena Ser me ha recordado alguna de las situaciones vividas dentro de mi partido. Aunque ella se refiera a dos jóvenes políticos, Alberto Garzón y Pablo Iglesias, yo incluiría a otros en el papel de dirigentes lusitanos, los encargados de traicionar. Sobre ellos y ellas sobrevuela la afirmación que realiza Almudena: "Quien ha sido capaz de ejercerla contra los suyos nunca más será fiable, porque volverá a traicionar, con más razón, a cualquier otro". 

"En el núcleo más íntimo de la modernidad, alrededor de esos partidos tan modernos que han puesto boca abajo la política española, alientan historias muy antiguas.

En el año 139 antes de Cristo, el cónsul romano Quinto Servilio Escipión contactó con tres dirigentes lusitanos, Audax, Ditalco y Minuro, para proponerles que asesinaran a su jefe, Viriato, mientras dormía. Así lo hicieron, pero cuando se presentaron en el campamento enemigo para cobrar su recompensa, el cónsul les dijo que Roma no pagaba a los traidores. Menos conocido y más hermoso es que el Senado romano no quisiera premiar la victoria de Escipión por haber sido fruto de una deshonrosa estratagema.
Los asesinos de Viriato han pasado a la posteridad, desde luego, como los malos de la historia. Quizás no lo fueran. Quizás sólo buscaban la paz, la prosperidad de su pueblo, las ventajas de aliarse con los poderosos. Si fue así, se equivocaron varias veces. Primero, recurriendo a la violencia para saldar sus diferencias de criterio. Segundo, creyéndose más listos que Escipión cuando eran, evidentemente, más tontos. Pero su error más grave, su error definitivo, fue un análisis erróneo de la realidad.
La traición es un camino de ida, sin retorno posible. Quien ha sido capaz de ejercerla contra los suyos nunca más será fiable, porque volverá a traicionar, con más razón, a cualquier otro. ¿Y qué tiene que ver Viriato con la actualidad?, se preguntarán ustedes. Busquen la foto de Alberto Garzón y Pablo Iglesias en un sofá, contrasten sus radiantes sonrisas con la información que la acompaña, y saquen sus propias conclusiones."

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