Ya escribí sobre este asunto en noviembre del año pasado http://martamelendezpsoe.blogspot.com.es/2013/11/escuela-de-hosteleria-de-cadiz.html. Pero esta mañana leía la tribuna libre de Carmen Román Ayala, profesora de cocina de la Escuela de Hostelería de Cádiz y no puedo estar más de acuerdo con lo expresado por ella, esto es:
"La situación actual de la Escuela de Hostelería de Cádiz, que depende recientemente de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, está abocada al más incierto de los futuros, futuro que cada uno de los trabajadores, y también los alumnos y alumnas, querrían evitar. Ante este panorama incierto, el alumnado ha reaccionado encerrándose en la escuela e impidiendo el paso a cualquiera que no sea la autoridad administrativa correspondiente, con el único objetivo de lograr una explicación creíble a lo que está ocurriendo.
El consejo Rector se reunió el pasado 4 de abril y a través de información cedida a la prensa posteriormente, se habla de un informe jurídico sobre "los posibles ilícitos penales y disciplinarios a los que podría conllevar la actitud mantenida por algunos de los alumnos de la Escuela". Reconociendo, que previamente a estas actuaciones serán informados de las posibles consecuencias. Al estar padeciendo esta dramática situación de la Escuela desde hace más de un año: subvenciones que no llegan, proveedores que no cobran, una plantilla que estuvo al completo sin percibir sus nóminas durante ocho meses, un curso que legalmente es inexistente porque a fecha de hoy, no hay una Resolución de subvención, unos alumnos que siguen sin estar registrados en el GEFOR, el incumplimiento total, hasta hoy, de la oferta formativa… es fácil que me parezca que esta reacción de la Administración frente a los alumnos, más que una advertencia bien podría considerarse una amenaza desproporcionada cuyo conocido objetivo es difundir el miedo.
Mi primera impresión ante el panorama sobrecogedor descrito en el párrafo anterior es preguntarme qué opinión le merece a la autoridad administrativa la posible ilicitud penal y disciplinaria de las actuaciones de los responsables de este cúmulo de irregularidades, y mi perplejidad ante que no se mida con el mismo rasero a los alumnos y a los provocadores de esta situación. Puedo llegar a entender la reacción del alumnado porque se sienten víctimas de un fraude demasiado prolongado en el tiempo y consecuentemente porque ven cerrado su camino ante el futuro, pero no alcanzo (o no quiero alcanzar) a entender el comportamiento de quienes tienen en sus manos la obligación de solucionar estos problemas. Pienso que lo que ustedes hacen, más que trabajar en buscar una solución es fortalecer el declive de la Escuela.
No puedo dejar de sorprenderme que ante la decisión tomada por este alumnado, la Administración se muestre con la contundencia de pretender culpabilizarlos de una demora en la asignación necesaria para realizar un curso con normalidad : Desde la Delegación apuntan que "esta actitud, en caso de persistir, impedirá que la Escuela de Hostelería cumpla los plazos para justificar determinadas subvenciones que se encuentran pendientes". Si ante el secuestro de un edificio público, por causas más que justificadas para mí, durante tres días se reacciona así, ¿con qué contundencia se debió reaccionar ante el secuestro de todas las nóminas de los trabajadores durante ocho meses? Para terminar, o para empezar, sería necesario que de una vez por todas se nos diga qué futuro de verdad está previsto para la Escuela (si es que lo saben) y se deje ya de acumular sinsentidos que no conducen más que a situaciones laborales lastimosas y personales irreparables. Hoy, más que nunca, me siento arropada por este alumnado que lo que quiere es evitar el derrumbe de una escuela que no ha sido capaz de ofrecerles una formación que les garantiza, claramente, un futuro laboral."
El presente no se antoja incierto en la Escuela. Ya los alumnos y alumnas no podrán obtener su formación este curso. Parece que se hubiera antojado ser un curso vacío de contenidos, vacío económicamente, vacío en las decisiones, y demasiadas promesas para dar una solución tan necesaria: la de la formación. Este asunto viene coleando desde hace un año, en el que han existido promesas de solución inmediata, de excusas petitorias de documentación, de alguna aparente bravuconearía, como esta última que... ¿se va estudiar si los alumnos han cometido un ilícito penal por secuestro de edificio público e impedir el derecho al trabajo? !De verdad¡ Esto se llama la casa sin barrer. ¿Por qué nadie da información oficial de lo que está ocurriendo? ¿Por qué no explica alguien que futuro le espera a la Escuela de Hostelería? ¿Por qué no cumple mi secretario general con las afirmaciones que hizo en noviembre como testimonió el Diario de Cádiz, según consta en este enlace http://www.diariodejerez.es/article/provincia/1641588/psoe/cadiz/arremete/contra/la/junta/andalucia/por/conflicto/hosteleria.html?
No voy a entrar en el asunto del nombramiento del Gerente propuesto por mi agrupacion local y su renuncia a las dos semanas, hecho que a mi juicio debería ser explicado. Porque lo más importante es saber que le depara a esta Escuela. Si la Consejería de Educación no puede afrontar tener dos escuelas con la misma formación, la conveniada con Diputación y ésta, que lo digan claramente, y busquen la alternativa, porque lo que sí me queda claro es el empleo que genera, directa e indirectamente, y las expectativas que en su formación ponen, quienes deciden dar el paso, un paso adelante en los tiempos que corren: el de seguir abriendo alternativas a su futuro laboral con otras posibilidades, en este caso en el sector servicio.
Procura no decir no, pero cuando lo tengas que decir, explica el por que, la ciudadanía lo comprenderá y lo entenderá, pero no se puede tratar a la gente a "puntapiés", así no. La verdad, siempre. Ese es el único camino.
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