martes, 18 de junio de 2013

Los recortes y las políticas de incentivación




Hace un par de semanas, los técnicos y responsables del Fondo Monetario Internacional, calculadora en mano, reconocieron que los recortes y la austeridad aplicada en Grecia, no han servido para nada. Esto es, para aquello que se empeñan los neoliberales en hacernos creer -bueno, a mí no-, que los paises deben “sanear” su economía, mermando su gasto público, sobre todo el gasto destinado a aquellos servicios que permiten que todos y todas tengamos derecho a aquellos que debemos tener derecho en nuestro sistema democrático: al Estado del Bienestar. Lo importante es que el sistema financiero sobreviva, aguante e incluso siga creciendo. Asi el voraz sistema neoliberal y con él, el feroz capitalismo, seguirá a sus anchas, mientras los ciudadanos las pasan canutas, estrechando cada vez más su ya mermado cinturón.
Así, Europa, aquellos que se encuentran “tan lejos” pero que deciden sobre nuestra cotidianidad, sobre aquello que nos hace ser más iguales sin diferencias sociales, decide que nuestro país debe aplicar recortes, todo por el bien de la “Unión”. Y con este “marchando”, el gobierno central, que no Europa, decide que aquellos son nuestra única salvación. Y decide igualmente plasmarlos en sanidad, en educación, en dependencia y en empleo.


Y en esta última materia me quiero detener. Porque si recortas en sanidad, recortas en empleo, y si lo haces en educación, recortas en empleo, y si el sistema de dependencia desaparece, también lo harán los miles de empleos que ha generado la Ley de Dependencia. Pero es que el Partido Popular no ha tenido pudor alguno en tomar cada una de esas medidas, sabiendo no que la plasmación de su neoliberal ideología supondría incrementar las cifras de desempleo en nuestro país.


Año y medio después de la implantación de estas medidas, son seis millones de desempleados. Y es cierto, que dar con la tecla es complicado. Pero ya está más que demostrado en los cinturones o en las espaldas de los pacientes ciudadanos, que esa tecla no sirve. Que recortar no conduce a nada. A incrementar nuestro déficit público como ya público Eurostat el pasado mes de abril.
Por eso, habrá que cambiar la fórmula mágica. Y probando esta nueva pócima abandera la iniciativa la Junta de Andalucía, aplicando políticas de incentivación. Así, el Decreto de medidas extraordinarias y urgentes para la lucha contra la exclusión social. Con el Plan extraordinario de acción social de Andalucía, que, entre otras medidas, incentivará a los Ayuntamientos en la contratación de desempleados o financiará más aún la Ayuda a Domicilio. Todo ello sin excluir a municipio alguno. Hecho que me congratula, no sólo porque los mayores de Cádiz podrán seguir siendo atendidos, sino porque aquellos empleos que estaban en la cuerda floja en este sector, por la merma de las transferencias del gobierno central a la Junta de Andalucía, se podrán mantener. También en Cádiz.
Igualmente en este plan de incentivación se sitúa el Decreto de la Junta de Andalucía de empleabilidad, que establece varios programas con la base fundamental de la estimulación del mercado de trabajo. Regula, entre otros, el Bono de Empleo Joven, que supondrá para aquellas empresas que contraten a menores de 35 años, una ayuda de cuatrocientos euros mensuales. O el programa de apoyo y fomento del trabajo autónomo, que incentivará la creación y la consodicación de empresas, entre otras cuestiones. O medidas para el fomento de las personas emprendedoras, con los desempleados mayores de 45 años como colectivo preferente. Muy bien diseñado, excepto en aquello de las zonas de especial atención, con un descuido imperdonable, salvo que el gobierno autonómico esté decidido a solventarlo. Y es la conformación de desempleados de primera y de segunda categoría, todo ello, bajo la premisa de la menor actividad económica/laboral del municipio en el que residan. Por eso, no se entiende que una ciudad como Cádiz con 18.000 desempleados en su “haber” y poquisima actividad económica, prueba de ello es el “muerto” del Recinto Exterior de la Zona Franca, no haya sido incluido como localidad preferente. Esto merma las oportunidades de los desempleados gaditanos, supone también el menor atractivo que nuestra ciudad podría tener en la constitución y consolidación empresarial. Siempre la misma pescadilla, que siempre se muerde la misma cola. Ineptitud, inactividad, omisión, inacción. No sé, pero sí sé que deberíamos reclamar desde nuestras filas, las socialistas, que se rectifique inmediatamente el Decreto. Y por supuesto, que de una vez por todas, el gobierno municipal aporte su granito de arena, incorporando en la gestión municipal el plan de creación y consolidación de empresas que los socialistas presentamos en nuestro programa electoral de 2011. Porque “nunca es tarde si la dicha es buena”.

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