miércoles, 21 de agosto de 2013

Dos bibliotecas en dieciocho años



Si repasas las noticias de las sucesivas campañas electorales de Teófila Martínez encuentras las reiteradas promesas, clásicas en el calendario electoral. Esto lo digo, porque esta semana ha vuelto a ser noticia, un clásico entre los incumplimientos electorales del Partido Popular. La intención del gobierno municipal de iniciar los trámites para abrir una Sala de Estudios y Biblioteca Pública en el entorno de La Laguna, ahora en los bajos comerciales de la pasarela de acceso a la tribuna del Estadio Carranza. La presencia de salas de estudios es cuanto menos una necesidad perentoria para los miles de estudiantes que se encuentran viviendo en barrios como el de la Laguna, Loreto, Paseo Marítimo y Cortadura. Una necesidad y demanda ya casi histórica dentro del periodo de gobierno del equipo de Teófila Martínez. Dieciocho años, nada más y nada menos, exigiendo contar con una sala de estudios en un triángulo territorial formado por barrios donde existe una densa presencia de estudiantes universitarios. Dieciocho años prometiendo y sin cumplir. Aquellos siguen viéndose obligados a desplazarse a la sala de estudio de la Biblioteca Municipal de Extramuros en el histórico barrio de Guillén Moreno, con un horario limitado de 9:00 a 21:00 días laborales. Cuando se trata de apurar las horas de estudios antes de los exámenes finales de febrero, junio o septiembre y quieren alargar las mismas por la noche o los fines de semana, deben hacer un desplazamiento más largo a la sala de estudio de la de Simón Bolívar que la UCA pone a disposición de sus estudiantes, abierta en ese horario sólo en períodos previos a los meses citados. Ni que decir tiene, las obvias deficiencias con las que cuentala Biblioteca Municipal de Extramuros como la falta de seguridad que garantice un clima de silencio en la sala, sin acceso a internet por falta de medios informáticos, aire acondicionado, la limpieza de los servicios deja mucho que desear y el papel higiénico de los mismos es prácticamente inexistente, esto último no achacable a las trabajadoras de la limpineza, que bastante tienen con su lucha para recuperar las horas que han perdido, no solo por la última decisión del gobierno municipal de reducir las horas en los nuevos pliegos, sino porque las de estabiblioteca desde hace dos años tienen que compartirlas con la Biblioteca de Santo Domingo en el Barrio de Santa Maria. 

Mucho me temo que nos encontraremos ante una nueva noticia bombo en pleno período estival, que tardará en ejecutarse -para entonces quizás no haya ni jóvenes dn Cádiz con el éxodo poblacional que sufrimos-, e igualmente mal ejecutada como lo son todas las biblotecas y salas de estudios que pone en marcha el gobierno municipal.



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