Seguro que todos recordáis la gran y fastuosa boda de El Escorial. La de la hija del entonces Presidente del Gobierno José María Aznar. Este hecho ya desvelaba los aires de grandeza del personaje, casaba a su hija en el mayor símbolo de la monarquía española, ni el propio rey casó a ni a su hijo ni a sus hijas en El Escorial. Para eso de la bodas el jefe del Estado se mostró bastante más prudente y con sentido político de la oportunidad. Aznar, no, le pudo su megalomanía.
De aquella boda cada vez salen más detalles oscuros, más datos y personajes dudosos. El gran Correa, el capo de la mayor operación de corrupción que se conoce en España se paseaba cual pavo real por el patio de El Escorial como invitado de honor. Altanero, sobrado, orgulloso cual si fuera un Grande de España, Francisco Correa se encontraba en su mejor momento. Después le hemos visto caer y arrastrar a muchos en su caída. Caída que aun no ha acabado y que tiene pinta de encadenarse con el caso Bárcenas. Al tiempo.
Pero hay un detalle que empieza a llamar la atención de la gente, el señor Aznar, el que durante años se dedicó a llamar corrupto a Felipe González (entonces presidente del gobierno) y por extensión a cuanto socialista se moviera, el "impoluto" político que decía no deber nada a nadie, el censor que alzaba su dedo acusador, ese hombre resulta que comienza a estar salpicado por la corrupción. La prensa publica hoy que alguna facturita de la boda se pagó por parte de la trama Gürtel. Vaya por Dios, ya empiezan a asomar flecos sueltos y papeles. El ahora gran empresario y asesor de multinacionales no es tan transparente como se decía de él. Os dejo la noticie en prensa, sustanciosa.
Y dice el Sr. Aznar en su entrevista, que es normal que se le hagan regalos a los novios, pues claro que si, pero de esa categoria y para ese fin, te quiere ya ......
ResponderEliminar