Apareció la pasada semana en los medios la noticia sobre la reversión de la propiedad del Campo de las Balas al Ayuntamiento. Me he acordado de la propuesta que llevábamos los socialistas en el programa de las pasadas elecciones para esta zona dentro del modelo de ciudad que propusimos. Hablábamos de la necesidad de poner en valor el escaso espacio libre con que cuenta la ciudad, convertirlo en el escenario donde realizar actividades y fomentarlo como lugar de relación y de expresión pública de la opinión y la cultura.
Pretendíamos revertir a la ciudad como un gran espacio público de convivencia, un magnífico balcón a la Bahía, el “Parque del Bicentenario”, completando un frente marino verde desde La Caleta hasta la Alameda y convirtiéndose en la entrada natural al Castillo de Santa Catalina. Además una vez rehabilitadas, en las pequeñas construcciones existentes se podrían ubicar diversos espacios para hostelería y ocio, junto con un centro de talasoterapia.
Tratábamos en definitiva de paliar en parte la excesiva privatización del espacio público que se lleva a cabo por el Ayuntamiento sobre todo en el Casco Histórico de la ciudad con la aparición de rampas de aparcamientos, mamotretos diversos, obras artísticas de dudosa calidad, “mupis” con carteles publicitarios, las gigantescas pantallas digitales, etc…
Una privatización que hace que se olvide que el espacio libre es de la gente y no propiedad del Ayuntamiento.
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