sábado, 5 de octubre de 2013

Arresto domiciliario por pedir lo que les corresponde

La "historia" de las trabajadoras de la limpieza del Ayuntamiento de Cádiz es una historia de lucha continuada. No recuerdo un año en el que ellas no hayan tenido que exigir lo que les corresponde, porque siempre han tenido encima el yugo del PP para recortar sus salarios o sus jornadas laborales.

El día 26 de diciembre de 2011 no era la primera ni sería la última vez en el que estas valientes mujeres tuvieran que acudir al pleno. Por sistema, nadie del Equipo de Gobierno las escucha, y su recurso debe ser siempre el mismo: presionar hasta conseguir lo que es suyo. Lo hicieron en 2009 para pedir una mínima subida salarial, para que sus nóminas alcanzaran los 800 € por 40 horas semanales. Esta subida solo fue aplicada a las que efectúan su trabajo en los colegios públicos, pero no para el resto de trabajadoras de dependencias municipales. Una diferencia salarial imposible de mantener sobre todo porque se trataba y trata de trabajadoras que ejercen la misma actividad en centros municipales. Parece que Pepe Blas, responsable de los contratos en el Ayuntamiento, faltó a clases cuando el profesor enseñó la máxima en Derecho del Trabajo: "igual trabajo, igual salario". Esta noticia de La Voz http://www.lavozdigital.es/jerez/20090207/cadiz/protestas-limpiadoras-causan-enesimo-20090207.html refleja que la Alcaldesa ni les dejó intervenir en la sesión plenaria de febrero de 2009.

En 2011, tuvieron que iniciar nuevamente su lucha. El Ayuntamiento tardaba 2 años en pagar a sus proveedores y LIMASA empezaba a tener problemas para hacer frente al pago de las nóminas. Para octubre de ese año la situación se volvió insostenible y las trabajadoras acudieron al pleno tres meses consecutivos. Recuerdo que en el del mes de noviembre le echaron un pulso a la Alcaldesa. Ellas gritaban reclamando el abono de sus salarios, los problemas que tenían para llegar a fin de mes como consecuencia del impago de sus nóminas: "Teófila, paga", decían, y la Alcaldesa respondió: "A ver quien se cansa antes". Ellas se despidieron del pleno sobre las 13 horas para volver a su horario laboral, pero estuvieron una hora reclamando lo que es suyo, su salario. Pero en el diciembre, no fue así. A la primera exigencia, se encontraron con una única respuesta de Teófila que ordenó el desalojo del salón de plenos y el cierre de las puertas. Los concejales socialistas no dimos crédito ante la dureza de la medida ni con la impasible mirada de Teófila mientras se escuchaban los gritos que provenían del exterior, en el que las limpiadoras exclamaban que estaban recibiendo golpes de la policía. Ese fue uno de los plenos más duro que he vivido, no solo porque a todos los de la bancada de la oposición se nos congeló la sangre, sino porque entendí que Teófila es capaz de seguir con el desarrollo del pleno como si no fuera la cosa con ella. Por supuesto, le pedimos que saliera, que calmara los ánimos, que atendiera a una representación de las trabajadoras y que como máxima autoridad de la ciudad parar a la policía. Ella contestó: "Señora Melendez tiene usted el uso de la palabra". 

Las limpiadoras presentaron denuncia contra los agentes por lesiones, y ellos a las trabjadoras por alteración del orden público. Respeto la sentencia, el juez ha decidido. Pero sin lugar a dudas repruebo la actitud que tuvo la Alcaldesa, su decisión fue el origen de l arresto domiciliario que tendrán que llevar a cabo las 45 trabajadoras, solo por reivindicar sus derechos, por usar la libertad de expresión y por manifestarse creyendo que Cádiz es una ciudad libre. Paradojas de la vida, mientras eran juzgadas han tenido que volver a manifestarse en el pleno ante el recorte que les tenía preparado el gobierno municipal, al reducir en 480 horas el pliego de contratación, que iba a suponer 15 trabajadoras a la calle por la reduccion en 600.000 euros el presupuesto para la contrata. Esta vez han ganado ellas y el PP ha tenido que dar marcha atrás en sus intenciones.


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