El líder de Ciudadanos es un encantador de serpientes. El mejor hijo, esposo, hermano, padre que pudiéramos tener. Esa es la imagen que nos ha querido vender. Pero detrás hay ideología. Ni azul ni rojos, dice su líder. Anda que no. De derechas y radical. Como ha dicho mi líder, Pedro Sánchez, Ciudadanos son las nuevas generaciones del PP. Excepto el líder en Andalucía, que ese se apunta a un bombardeo.
Y es que hay discursos en los que por el fondo del asunto se detecta del tirón. Entorno a los derechos de las mujeres, por ejemplo. "El aborto no es un derecho" ha llegado a decir, "aunque hay que regularlo para permitirlo en unos plazos y bajo un supuesto y lo demás penalizarlo". Toma ya. Y se queda tan fresco. Paso 'pa' atrás si gobierna este muchacho. "La prostitución hay que regularla o legalizarla, porque esa actividad supondría una recaudación de unos seis mil millones de euros", ha dicho. ¡Ea! medida para salir de la crisis. La mercantilización del cuerpo de las mujeres y su explotación sexual al rescate de la desaceleración económica de este país. Si es que esto sólo lo puede plantear un 'tío' y de derechas. Y, hoy, con la medida de igualar en la legislación la violencia machista con la violencia contra el hombre. ¡Y la llevan en el programa electoral! Me quedo muerta. Como se le ocurre plantear semejante barbaridad con cincuenta y una mujeres asesinadas en lo que va de año (dos en el día de hoy), más de treinta y ocho mil denuncias por malos tratos interpuestas en este años 2015 y más de cincuenta mil mujeres en nuestro país que en la actualidad tienen algún tipo de medida de protección acordada, ciento cincuenta y tres de ellas con riesgo extremo de ser asesinadas por sus parejas o ex parejas. ¡Que desconocimiento más absoluto del terrorismo machista! Por cierto, eche de menos en el último pleno ordinario que mi grupo municipal presentara una iniciativa con motivo del Día Internacional contra la Violencia Machista y se redactara un manifiesto conjunto de todos los grupos municipales.
También se "huele" al instante de que pié cojea Albert Rivera cuando habla de la protección a la clase empresarial. Es verdad, este país está muy necesitado de autónomos y de empresas que generen empleo. A ellos y a ellas propone la máxima protección Ciudadanos. Pero no estaría mal que este partido que parece representa a la burguesía catalana hiciera un poquito de pedagogía social entre ellos y ellas para hacerles entender que es muy necesario respetar los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Y que si la clase obrera cobra lo que tiene que cobrar, ni más ni menos, lo que le corresponde por el convenio colectivo negociado entre su representación y la de la parte empresarial, si la clase obrera disfruta de los permisos necesarios, de los días de descanso, de las vacaciones, si está satisfecha y motivada en el lugar de trabajo, si sus centros de trabajos son seguros y si se cotizara por ellos y ellas el tiempo de trabajo real, todo, todo, iría mucho mejor, también para la clase empresarial.
Pero si hay una cuestión en la que Albert Rivera demuestra su ideología es la de la Memoria Histórica. El titubeo con el que habla. No es capaz de decir "los españoles que fueron asesinados". ¡Vamos, por favor! Y para muestra un botón. La calle, pregunta. Y tela como contesta el muchacho.
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