Ayer leía que el PP denunciaba que se está produciendo una "caza de brujas" en el Ayuntamiento sobre aquellos funcionarios y funcionarias que trabajaron con el anterior gobierno municipal. La encargada de hacer esta denuncia era la concejala Mercedes Colombo. Ponía como ejemplo los rumores sobre la Fundación Municipal de la Mujer. Ahora el PP hace política sobre la base de los cotilleos. "La gerente podría ser cesada y este cambio se basa en argumentos políticos", ha dicho la concejala. Sepa todo el mundo que las gerencias y las dirección de áreas son puestos de libre designación en el Ayuntamiento de Cádiz, es decir, ocupados por aquellos o aquellas que decide el gobierno municipal. Así se le olvida a la concejala que el PP hizo lo propio en su tiempo, ni más ni menos que poner o quitar como consideró. Vaya por delante mi respeto y consideración para quienes ocupan y han ocupado estos puestos.
Pero, ¡a qué viene tanto aspavientos! Y esto lo digo porque mientras leía la noticia recordaba a aquellos compañeros y compañeras de ideología de izquierdas, empleados municipales, que fueron "arrinconados" por el anterior gobierno popular. Que tuvieron que aguantar un día y otro sin ocupación y al tercero la encomienda de una tarea para "marear la perdiz". Que fueron enviados a dependencias municipales inhóspitas, "palomares" incluidos. O aquellos que consiguieron recuperar sus puestos de trabajo después de acudir a los juzgados. Así que le pediría a los concejales y concejalas del PP un poquito de sonrojo cuando formulan sus manifestaciones. ¡Por favor!
Así es Marta, tienes toda la razón, yo puedo dar fe de ello y tu bien sabes que soy uno de los afectados por esa caza de brujas, que ellos si han practicado en todos estos años, que hemos tenido que sufrirlos y que ahora tienen la desvergüenza política de denunciar, y además, por algo que aún no ha sucedido, mientras que lo que ellos han practicado han sido hechos consumados. Pues lo dicho, no tienen vergüenza política, lo dejamos ahí de momento.
ResponderEliminarCada cuatro años los funcionarios municipales se les encoje el ombligo porque lo primero que piensan los políticos que entran es que todos son partidarios de los políticos del anterior gobierno, por ello en cuanto pueden los cambian de puesto de trabajo, los únicos que ganan son los funcionarios-políticos que cuando entran los suyos suben como la espuma y procuran ser imprescindible, para ellos los errores no existen. El funcionario debe ser imparcial aunque tenga unas ideas distintas del equipo de gobierno.
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