100 días

El cambio de gobierno municipal ha provocado una ola incipiente de observación de la política en nuestra ciudad. La lupa democrática focalizada sobre la gestión, el comportamiento y la actitud del nuevo equipo de gobierno. Y lo más importante, en el cumplimiento de sus promesas electorales. Este fin de semana todos los medios locales hacían su particular crónica sobre los primeros cien días del gobierno municipal. En el Diario de Cádiz, además, era el propio alcalde el que hacía el análisis con una entrevista.

Hoy se cumplen esos cien días. Fue el propio alcalde en su discurso de investidura el que ató sus objetivos con una intervención llena de expectativas que debían venir acompañadas de un esfuerzo extraordinario de quienes componen el equipo. Demasiada ilusión, conjugada con inexperiencia aquel 13 de junio. Me aventuro a decir que todos los que escuchamos con atención sus palabras sabíamos que eso era una "carta de Reyes Magos". Así que transcurrido ese primer tiempo de gracia, casi todo por cumplir. Esa es la realidad.

En esta situación es en la que todos los lobos con piel de oveja y sin ella han empezado a tantear que pueden sacar de tajada. No recuerdo tanta exigencia con otros gobiernos municipales, en los que pasaron cien, doscientos y hasta mil cuatrocientos sesenta días sin dar un paso adelante, sin adoptar ni una sola medida para acabar con la infravivienda o para atajar las insoportables cifras de desempleo. Ni recuerdo un análisis tan exhaustivo con el cambio de gobierno en la Diputación Provincial. Ni que decir que el PP se pasó los cuatro años de legislatura en esta institución con los brazos cruzados instaurando el desgobierno en ella. Ni un medio de comunicación habló de ello.

Coincido en una cuestión con las palabras del Alcalde. El plazo otorgado ha sido más corto. No solo porque el gobierno no se constituyó formalmente hasta finales de julio, sino porque ni diez días tardó el PP en salir públicamente con su legítimo ataque. Es cierto. "Cádiz no puede volver a equivocarse", como ha dicho el Alcalde, y eso depende de las fuerzas de izquierda representadas en el salón plenario. No solo a través del consenso y del acuerdo, sino también a través de la confrontación, porque "bienvenidas sean las contradicciones y bienvenido sea el debate, porque se consigue abrir brechas y andar camino", como ha dicho él, aunque a algunos les cueste entenderlo.

Cien días de política de gestos, de polémicas estériles, de tira y afloja, de déjame y de no te dejo. Por eso, que a nadie se le olvide que la ciudadanía en este plazo de tiempo no solo ha analizado al gobierno, sino también a cada uno de los partidos de la oposición, y si no repasen cada una de las crónicas que han publicado los medios de comunicación. En más de una, de dos y de diez bajo el título de "la responsabilidad del PSOE". Así que cuidado que el día ciento uno no puede ser igual que el cien... para ninguno.