martes, 29 de septiembre de 2015

27-S, Cataluña vs. España

El lunes por la mañana, de camino al instituto, escuchaba a Pepa Bueno en la Cadena Ser. El tema de opinión, evidentemente, las eleciones catalanas. Esas que Artur Mas consiguió convertir en un plebiscito, gracias al apoyo del Partido Popular. Así es. 

Decía Pepa Bueno que el descalabro del PP era debido fundamentalmente a dos cuestiones: a un candidato situado en el extremo de todo, más bien en la extrema derecha (esto último de mi cosecha); y en segundo lugar, a que el PP había vuelto a emplear con Catuluña la actitud de que "todo pasa con el tiempo", pensando que el empuje independentista era pasajero. Añadiría que, últimamente, el PP tiene la habilidad de hacer fuerte al que está "enfrente". Así todos hemos visto como el porcentaje de independentistas ha crecido a medida que pasaban los días de la campaña electoral. Como éstos han ido sintiendo día por día como intruso al gobierno central. A Mariano Rajoy en sus actos de campaña solo he faltado gritar que España es una, grande.... (me quedo ahí porque se me ponen los pelos como escarpias). Los dirigentes populares no se han dado cuenta de que la técnica de Esperanza Aguirre, de desprestigiar al adversario, no iba a servir. Cuánto más imsultaba aquélla a Manuela Carmena más solvente la hacía. El problema es que con Cataluña estamos ante una cuestión de Estado que nos atañe a todos y a todas.

Esta mañana escuchaba en esta misma cadena a Soledad Gallego-Díaz. "Es increíble que el PP parezca ciego ante el hecho de que agitar trapos ante el resto de los españoles es una estrategia muy vieja", afirmaba. Añadiría que además de increíble es tremendamente insoportable. Pero, esto es lo que hay hasta que la ciudadanía decida que el Partido Popular desaparezca del gobierno. 

Por cierto, que la solución ya no está en la reforma constitucional. Ahora sólo podremos encontrar el camino de la mano de un referéndum en Cataluña. Ejerciendo los catalanes ese derecho tan ampliamente reclamado y tan poco aceptado por los gobiernos: el derecho a decidir. Porque, ¿cómo sería España sin un golpe de estado que truncó las expectativas de algunos de sus pueblos? ¿Un estado federal?

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