martes, 26 de marzo de 2013

Castillo de San Sebastián


Miguel Arias Cañete, Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, debe estar contento como unas pascuas. No es para menos ya que se ha quitado un buen muerto de encima, el Castillo de San Sebastián. Lo que comenzó como un capricho de Teófila Martínez, el famoso megaproyecto de Campo Baeza con un coste que nadie se atrevía a calcular, ha terminado como un gol en plena portería a la propia alcaldesa de Cádiz. 

La fijación por hacerse con el castillo sin saber muy bien para qué, cómo y sobre todo a qué coste económico nos ha llevado a esta situación ridícula y empantanada. La tozudez y capricho de Teófila por incluir en los eventos del Bicentenario un lugar que no tenía relación alguna con 1812, sólo ha conseguido detraer recursos que hubieran dado mucho más de si en otros proyectos y lugares de la ciudad. Entre la mala planificación y visión de la alcaldesa y la crisis nos hemos quedado con una restauración a medias y con un espacio que nos va a costar poner en valor y uso de una manera digna y eficaz. Pedro Espinosa escribe un certero artículo en El País con el elocuente título de La débil fortaleza de San  Sebastián donde se aclaran algunas de las claves de este caso. 

Como decía, Arias Cañete cierra expediente por unos 150.000 euritos, migajas presupuestarias que saldrán del 1% cultural y seguro que ayer cenó opíparamente con brindis incluido por la feliz operación. Por contra, el Ayuntamiento de Cádiz tiene ahora un buen problema, ¿qué hacemos con el castillo?. En mi opinión Teófila debería primero exigir al Gobierno de Rajoy que invierta al menos lo que invirtió el de Zapatero, once millones de euros. A partir de ahí podría empezar a hablar y a criticar a los socialistas. 

Pero para mí lo más importante, es que tendrían que estar ya diseñados los contenidos, los usos y el modelo de gestión del castillo de San Sebastián. No sólo del castillo, sino de todo el entorno, la Caleta, el barrio de la Viña, Varcarcel. Se trata de una parte de nuestra ciudad que necesita una fuerte intervención, un diseño imaginativo para sacarla adelante, que genere recursos y riqueza y que mejore la calidad de vida de sus habitantes. Así se demuestra que se es una buena alcaldesa, no con caprichos y aires de grandeza que al final nos cuestan el dinero y la frustración de proyectos mal planteados. 

Os dejo el enlace del artículo de Pedro Espinosa.


http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/03/23/andalucia/1364040163_781400.html

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