Un día emocionante el del sábado. Dos discursos destacados. El de la exalcaldesa y el del nuevo Alcalde. Como casi todos los medios han reseñado, el segundo de ellos fue un discurso muy institucional, marcado por las buenas intenciones. Cien días se ha dado para cumplir con una enorme lista de pretensiones para ese corto plazo de tiempo. Pareció que el alcalde entraba con buen pie.
El de la exalcaldesa, a su estilo. Ni más ni menos. Propio de ella, echar la bronca en un momento en el que sobraba. Entiendo su enfado. Algunos bloggeros han destacado su consejo al nuevo Alcalde: no gobernar con arrogancia y sectarismo. Bien hubiera hecho en aplicarse el consejo a sí misma. Dosis altas hemos soportado los socialistas durante años. Pero lo que más me llamó la atención es que pusiera nuevamente sobre la mesa sus ejes fundamentales en la gestión de la ciudad. Algo que ya contó a quienes se reunieron con ella durante los últimos 20 días. Entre estos ejes, ¡otras formas en la gestión basada en la transparencia! En mi caso, 44 peticiones de acceso a expedientes administrativos del Ayuntamiento se quedaron sin resolver. Peticiones a las que ella no accedió, porque no quería que viera la documentación reclamada. Una cosa le agradezco: su mención a los concejales y concejalas que en veinte años hemos pasado por la Corporación defendiendo desde nuestras posiciones ideológicas los intereses de Cádiz.
Pero, ¡cómo es el destino! Menudo trago para los concejales y, sobretodo, para las concejalas del Partido Popular que tendrán enfrente y gobernando a concejalas de Por Cádiz se puede como Ana Camelo. Me alegro por Ana. En ese momento, estoy convencida de que ella recordaría los días de arresto domiciliario tras la denuncia interpuesta por el anterior equipo de gobierno por los hechos ocurridos en el pleno de diciembre de 2011. Reclamar sus derechos en el pleno municipal les costó caro. Histórico fue el momento en el que decidieron cumplir con la sentencia en la asociación de vecinos de Trille.
Se observó en la mañana del sábado la alegría desmesurada de los representantes sindicales, de los compañeros y compañeras de Autonomía Obrera, que han luchado tanto por los colectivos de trabajadores y trabajadoras subcontratados. De los que estaban en el salón de plenos y de los que estaban abajo, en la plaza, esperando la salida de su nuevo alcalde. Con los ojos atónitos contemplaron cómo Pepe Blas tenía que dar el bastón de mando a quien es su antítesis en el respeto a los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Nuevamente, ¡cómo es el destino!
De todas estas situaciones me congratulo. Pasaron por mi mente en ese acto tantos conflictos laborales que he vivido en mis años como concejala, tanta lucha por la igualdad salarial, por el respeto a los derechos de los trabajadores y trabajadoras, tanta constancia exigiendo la subrogación de todos y cada uno de los trabajadores y trabajadoras en los pliegos de los contratos de servicios municipales para dar estabilidad en el empleo y la oposición continuada del PP con excusas banales.
Un momento de tristeza destaco. Contemplar la nueva ubicación de los concejales y concejalas socialistas. "Nuestros bancos", los que siempre, en gobierno u oposición, eran "los nuestros", desde el sábado serán ocupados por la segunda fuerza de la ciudad: podemos. Nosotros ocupando los bancos de IU y de los últimos concejales del PP. Todo tiene remedio y en eso deberíamos centrarnos como organización política.(Foto de Eulogio García Romero)
Por cierto, no hubo foto de familia porque el Alcalde no se acordó de proponerla y porque algunos salieron pitando, volaban en ese momento.
El de la exalcaldesa, a su estilo. Ni más ni menos. Propio de ella, echar la bronca en un momento en el que sobraba. Entiendo su enfado. Algunos bloggeros han destacado su consejo al nuevo Alcalde: no gobernar con arrogancia y sectarismo. Bien hubiera hecho en aplicarse el consejo a sí misma. Dosis altas hemos soportado los socialistas durante años. Pero lo que más me llamó la atención es que pusiera nuevamente sobre la mesa sus ejes fundamentales en la gestión de la ciudad. Algo que ya contó a quienes se reunieron con ella durante los últimos 20 días. Entre estos ejes, ¡otras formas en la gestión basada en la transparencia! En mi caso, 44 peticiones de acceso a expedientes administrativos del Ayuntamiento se quedaron sin resolver. Peticiones a las que ella no accedió, porque no quería que viera la documentación reclamada. Una cosa le agradezco: su mención a los concejales y concejalas que en veinte años hemos pasado por la Corporación defendiendo desde nuestras posiciones ideológicas los intereses de Cádiz.
Se observó en la mañana del sábado la alegría desmesurada de los representantes sindicales, de los compañeros y compañeras de Autonomía Obrera, que han luchado tanto por los colectivos de trabajadores y trabajadoras subcontratados. De los que estaban en el salón de plenos y de los que estaban abajo, en la plaza, esperando la salida de su nuevo alcalde. Con los ojos atónitos contemplaron cómo Pepe Blas tenía que dar el bastón de mando a quien es su antítesis en el respeto a los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Nuevamente, ¡cómo es el destino!
De todas estas situaciones me congratulo. Pasaron por mi mente en ese acto tantos conflictos laborales que he vivido en mis años como concejala, tanta lucha por la igualdad salarial, por el respeto a los derechos de los trabajadores y trabajadoras, tanta constancia exigiendo la subrogación de todos y cada uno de los trabajadores y trabajadoras en los pliegos de los contratos de servicios municipales para dar estabilidad en el empleo y la oposición continuada del PP con excusas banales.
Un momento de tristeza destaco. Contemplar la nueva ubicación de los concejales y concejalas socialistas. "Nuestros bancos", los que siempre, en gobierno u oposición, eran "los nuestros", desde el sábado serán ocupados por la segunda fuerza de la ciudad: podemos. Nosotros ocupando los bancos de IU y de los últimos concejales del PP. Todo tiene remedio y en eso deberíamos centrarnos como organización política.(Foto de Eulogio García Romero)Por cierto, no hubo foto de familia porque el Alcalde no se acordó de proponerla y porque algunos salieron pitando, volaban en ese momento.
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