Hoy ha tomado efecto el cambio de rumbo en la Diputación de Cádiz. Éste no sólo se produce porque sus destinos sean nuevamente dirigidos por el Partido Socialista, sino porque ésta tendrá por primera vez a una mujer como Presidenta: Irene García. Hoy ella asume uno de los retos más importantes: cambiar el rumbo de la provincia de Cádiz con una tasa de desempleo insoportable, no para quienes ejercen la labor política, sino para los ciudadanos y ciudadanas, como ella misma ha dicho en su discurso de investidura.
Le toca también poner el acento en la necesidad de la gestión de la institución para el bienestar de los vecinos y vecinas de los pueblos de menor demografía en nuestra provincia. Aquellos que menos posibilidades tienen en su desarrollo.
Pero en su condición de mujer, su mano, su buen hacer como Presidenta tendrá que dejar huella en las políticas de igualdad, las grandes olvidadas por el anterior gobierno provincial. Así se lo ha pedido en su discurso de investidura a sus quinces compañeras diputadas. "Pongamos el acento en las mujeres olvidadas y despreciadas", ha dicho. Sabes Irene que las mujeres nos tenemos que respaldar allí donde estemos en nuestras ocupaciones institucionales y/o profesionales, porque los hombres siempre pretenden "devorarnos". Porque tu mundo, que también es el mío, está lleno de lobos con piel de cordero. "Mediante el trabajo ha sido como la mujer ha podido franquear la distancia que la separa del hombre. El trabajo es lo único que puede garantizarle una libertad completa", dijo Simone de Beauvoir.
Te felicito Irene, con el deseo de que tengas una legislatura llena de triunfos por el bien de nuestra provincia y de nuestro partido.
Te felicito Irene, con el deseo de que tengas una legislatura llena de triunfos por el bien de nuestra provincia y de nuestro partido.
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