La Real Academia de la Lengua cumple trescientos años, ahí es nada. Y nuestros guardianes del castellano o español para celebrarlo hacen un anuncio. Sin embargo el anuncio les ha salido machista y malo de narices. En la prensa viene recogido:(http://www.lavozdigital.es/cadiz/rc/20131002/cultura/polemica-anuncio-201310021321.html) tanto el anuncio machista de conmemoración del Centenario, como la corta, por vaga, respuesta del Instituto de la Mujer, sus dirigentes parecen más de la Sección Femenina que de una sociedad igualitaria como debe ser la nuestra.
Para dar salida a mi indignación quiero contaros una historia, la de María Moliner. María fue una mujer trabajadora y estudiosa, pasa por ser una de las grandes de la filología española del siglo XX. Estudió en la Institución Libre de Enseñanza y tras su paso por la universidad obtuvo una plaza como facultativa de archivos del estado. Durante la República realizó un inmenso trabajo de modernización de la red de bibliotecas públicas españolas pero luego vino el invierno del franquismo. Como represalia se la destinó al archivo de Hacienda rebajándola 18 niveles en su condición de funcionaria pública. Su marido, un catedrático de Física progresista, también fue represaliado y expulsado de la universidad. El hombre enfermó y María tuvo que cuidar de él, trabajar y sacar adelante a sus hijos. Y aun tuvo tiempo y fuerzas para hacer uno de los mejores diccionarios en lengua española, un diccionario que aventajaba en modernidad y en concepto al de la Real Academia. Sin embargo la Academia le cerró sus puertas y a pesar de algunos buenos académicos nunca obtuvo el sillón que sin duda merecía. Para mi un ejemplo de mujer que no debemos olvidar. Por desgracia la Real Academia si lo ha olvidado y en su trescientos aniversario no se le ocurre otra cosa que un anuncio en el que se muestra el estereotipo de la mujer ama de casa dedicada a limpiar. Allá ellos, María Moliner es para mi el ejemplo de mujer de letras y erudición que pasó por encima de todos ellos. Todo mi afecto y cariño para esta trabajadora de las palabras y la lengua, ella debía figurar con letras de oro en el trecientos aniversario. 
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