domingo, 17 de julio de 2016

Lo cotidiano del lenguaje sexista

Curioso. Siempre me resultó curioso que no chirríe la pluma cuando el texto contiene incongruencias. Y no escribo sobre gramática, léxico u ortografía. Escribo sobre el sentido de las cosas y el significado de las mismas.

La semana pasada, en su habitual artículo dominical, Enrique Montiel Jr. escribía sobre la poetisa gaditana Rosario Troncoso. Un texto en el que reflejaba lo extraordinario de su persona, de su obra literaria y de su personalidad como mujer. Y en ese contexto terminaba señalando: "Reconozco que conozco y no conozco a los poetas. Seres extraordinariamente ingenuos como Amaya Zulueta, joviales como Blanca Flores, bondadosos como Pepa Parra, rebeldes como Carmen Moreno, o retroalimentados de sus disputas como Rosario Troncoso. Los temo y admiro, a la vez. Jamás me aceptarían en su selecto club. Por suerte para mí y para ellos".  Confieso que me sangraron los ojos, ante la ausencia del femenino al describirlas a algunas de "ellas" como 'bondadosos' o 'retroalimentados' de sus disputadas. ¡En masculino! Será porque el autor es incapaz de ligar la virtuosidad con lo que son, mujeres.

1 comentario:

  1. Si te fijas, la frase comienza por "Seres extraordinariamente ingenuos como..." Y si habla de seres, que es sustantivo masculino, los adjetivos que le acompañen siempre deben ser masculinos. Primero de Primaria.

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