No me refiero a aquellos que te hace la vecina o quienes te conocen sólo de oídas y que, por tanto, tiene una opinión sobre ti absolutamente sesgada. Más peligrosos son los juicios paralelos que realizan los medios de comunicación, algunos periodistas de los medios de comunicación y por qué no decirlo. En este país en el que la libertad de información se ha consagrado como un derecho, ésta se ve en muchas ocasiones maltratada por la libertad de opinión, con mayor relevancia a efectos prácticos la segunda que la primera. Algunos -afortunadamente no todos- de aquellos que ponen pluma, voz o imagen a la información se convierten en opinadores de tres al cuarto, con lo escabroso de ello en algunas circunstancias.
Esta semana supimos la decisión tomada por ese Tribunal del Jurado. Unánimemente han considerado culpables de la muerte de la niña a sus padres. A ambos. Todo ello bajo lo escuchado, leído, vivido y percibido durante las sesiones del juicio oral. Pero... ¿ha podido influir en esta decisión el "juicio paralelo" realizado por los medios de comunicación desde la niña apareció? Este juicio debió celebrarse el pasado mes de junio. No pudo ser. No se pudo conformar el tribunal. La mitad de los seleccionados pidieron ser excusados y así fue. Quizás alguno de los motivos fuera que conocían con "pelos y señales" lo acontecido. Todo por los medios de comunicación.
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