Ayer en el pleno celebramos el debate sobre el estado de la ciudad. Digo celebramos, porque la ciudad no lo celebro, ni lo vivió ni en él se debatió del verdadero estado de la ciudad. Así la alcaldesa hizo una intervención nada ajustada a la realidad de la ciudad, sin abordar con certeza la situación de Cádiz. Me reafirmo en lo que dije ayer, Teófila vive una realidad paralela. No se... decir que "esta ciudad tiene futuro brillante" cuando tiene un presente insoportable o que "el gaditano afronta la crisis con dignidad", es, cuanto menos, no tener pudor al hablar con la situación que están viviendo los gaditanos.
Hizo Teófila un paseo triunfalista por los actos del bicentenario, imaginando inversiones no ejecutadas como el Teatro Pemán y comparando las cifras del desempleo en Cádiz con los datos nacionales o provinciales, como si eso permitiera justificar la sangría tan alarmante que vive la ciudad. Y para colmo, como si eso fuera justificación mayor o como si pudiera contentar a los desempleados gaditanos, compara los datos actuales con los de 1995 como si eso permitiera justificar dieciocho años de gobierno en el inmovilismo y la inacción del gobierno municipal. Ni una sola palabra sobre medidas puestas en marcha sobre empleo y vivienda. Ni una se ha puesto en marcha este año, ni el anterior, ni hace tres años, pero lo peor es que la alcaldesa no desveló ni una de las estrategias, si es que las tiene, para solucionar los dos problemas fundamentales de la ciudad: el desempleo y la imposibilidad de acceder a una vivienda.
Pero a Teófila le interesó mucho más hacer una intervención de victimismo, de reproche a los concejales y concejalas de la oposición, antes que aceptar que los vecinos quieren más de su gobierno municipal, que no aceptan que se les trate como si no supusieran la responsabilidad que tienen los gobiernos.
Pero imposible soportar que después del espectáculo lamentable, de cómo terminó el pleno el lunes, la Alcaldesa sea capaz de pronunciar palabras como que "el gaditano es más reivindicativo ahora, y yo me alegro". Pues menos entiendo aun lo que pasa pleno a pleno. Y tiene razón cuando dice que los concejales somos la representación legitima de los ciudadanos, y cuando afirma que nadie que no haya pasado por las urnas se puede arrogar la representación de los demás. Pero cuando los ciudadanos acuden a los plenos lo hacen deseosos de ser escuchados, no sólo para exponer sus problemas, sino también para reivindicar que quieren más, necesitan más, no en vano estamos viviendo una profunda crisis de la democracia. Y ello no puede permitir a la alcaldesa eludir su responsabilidad, con 18 años a sus espaldas de gestión en la ciudad, ni montar una teoría de conspiración contra ella en el pleno. No podemos admitir que nos señale, a nosotros los concejales y concejalas de la oposición como los responsables de la situación, hasta el punto de acusarnos de utilizar a las personas como escudos, como ariete contra el gobierno municipal y de ese modo suplir los bajos resultados electorales. La alcaldesa día tras día cruza la linea roja, la de la falsa insinuación, pero al final, gestionar, gobernar y vivir así, solo le lleva a ni ver los arboles que están detrás del bosque. Hace tiempo que los ciudadanos no son tutelados.
Pero lo mejor fue el inicio de su intervención, cuando afirmo que "estar en el pleno no es hacer el control al gobierno municipal y si sólo somos capaces de traer las demandas de los ciudadanos, deben entregar su acta". Que osadía!!! Si por poner voz a las exigencias ciudadanas, deberíamos entregar nuestras actas de concejales... ¿que debería hacer ella por mostrarse incapaz para resolver los problemas de los gaditanos dieciocho años después de tomar posesión de la alcaldía por primer,a vez?
Hizo Teófila un paseo triunfalista por los actos del bicentenario, imaginando inversiones no ejecutadas como el Teatro Pemán y comparando las cifras del desempleo en Cádiz con los datos nacionales o provinciales, como si eso permitiera justificar la sangría tan alarmante que vive la ciudad. Y para colmo, como si eso fuera justificación mayor o como si pudiera contentar a los desempleados gaditanos, compara los datos actuales con los de 1995 como si eso permitiera justificar dieciocho años de gobierno en el inmovilismo y la inacción del gobierno municipal. Ni una sola palabra sobre medidas puestas en marcha sobre empleo y vivienda. Ni una se ha puesto en marcha este año, ni el anterior, ni hace tres años, pero lo peor es que la alcaldesa no desveló ni una de las estrategias, si es que las tiene, para solucionar los dos problemas fundamentales de la ciudad: el desempleo y la imposibilidad de acceder a una vivienda.
Pero a Teófila le interesó mucho más hacer una intervención de victimismo, de reproche a los concejales y concejalas de la oposición, antes que aceptar que los vecinos quieren más de su gobierno municipal, que no aceptan que se les trate como si no supusieran la responsabilidad que tienen los gobiernos.
Pero imposible soportar que después del espectáculo lamentable, de cómo terminó el pleno el lunes, la Alcaldesa sea capaz de pronunciar palabras como que "el gaditano es más reivindicativo ahora, y yo me alegro". Pues menos entiendo aun lo que pasa pleno a pleno. Y tiene razón cuando dice que los concejales somos la representación legitima de los ciudadanos, y cuando afirma que nadie que no haya pasado por las urnas se puede arrogar la representación de los demás. Pero cuando los ciudadanos acuden a los plenos lo hacen deseosos de ser escuchados, no sólo para exponer sus problemas, sino también para reivindicar que quieren más, necesitan más, no en vano estamos viviendo una profunda crisis de la democracia. Y ello no puede permitir a la alcaldesa eludir su responsabilidad, con 18 años a sus espaldas de gestión en la ciudad, ni montar una teoría de conspiración contra ella en el pleno. No podemos admitir que nos señale, a nosotros los concejales y concejalas de la oposición como los responsables de la situación, hasta el punto de acusarnos de utilizar a las personas como escudos, como ariete contra el gobierno municipal y de ese modo suplir los bajos resultados electorales. La alcaldesa día tras día cruza la linea roja, la de la falsa insinuación, pero al final, gestionar, gobernar y vivir así, solo le lleva a ni ver los arboles que están detrás del bosque. Hace tiempo que los ciudadanos no son tutelados.
Pero lo mejor fue el inicio de su intervención, cuando afirmo que "estar en el pleno no es hacer el control al gobierno municipal y si sólo somos capaces de traer las demandas de los ciudadanos, deben entregar su acta". Que osadía!!! Si por poner voz a las exigencias ciudadanas, deberíamos entregar nuestras actas de concejales... ¿que debería hacer ella por mostrarse incapaz para resolver los problemas de los gaditanos dieciocho años después de tomar posesión de la alcaldía por primer,a vez?
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