Amenazas, atentados y demás cuestiones de la burguesía política

Hace dos meses que lo escribí, me manifesté. Consideraba y considero que tras la petición de perdón pública, la denuncia debía ser retirada. Pero estas alturas, dos meses después, me parece que algunos han aprovechado para montarse una película de terror acompañada de mucho victimismo.

Es cierto. El pleno de presupuestos no se celebró con el mayor de los respetos. Pero es complicado pedir que se guarden las formas cuando se está en un continuo altercado. Y más complicado es pedir respeto al público cuando sesión tras sesión los nervios se muestran a flor de piel. Así que aquel día parte del público se exaltó y mostró su desacuerdo, tanto e igual que algunos concejales y concejalas. 

Uno de los investigados ha admitido haber expresado "sois personas non grata y aún no entiendo cómo paseáis por la ciudad sin escolta". Muy lejos de la amenaza directa que según el portavoz socialista se oyó en el salón de plenos. Porque hay un detalle que no puedo pasar por alto: todos pudimos escuchar la versión o interpretación del portavoz socialista, pero no lo que dijo Manuel Alexis. Ahora tras declarar ante el juez ha reconocido esa frase, alegando que se trataba de una frase de indignación. Un hecho que le honra puesto que podía haber utilizado para su defensa la confusión sobre qué dijo o no, con las contradicciones propias que se darán entre los distintos testigos, sobre qué y cómo lo dijo.

En realidad estamos ante un asunto lleno de sentimientos. Primero, los de mi compañero de partido que se sintió amenazado. Otro detalle que no puedo pasar por alto: la frase fue expresada en plural, entonces... ¿Nadie más en la corporación se sintió amenazado? ¿Por qué sólo se interpuso la denuncia por el portavoz socialista? No sé, pero la amenaza de haberla fue colectiva... Pero esta historia también tiene mucho de los sentimientos del presunto agresor. Que quieren que les diga, entiendo a Alexis. Porque es normal su indignación. Sí, no se alarmen por lo que leen que no estoy justficando nada. Simplemente empatizo con él. Víctima y verdugo -cada cual que determine quien es quien- se parecen. Ambos jóvenes, con la misma formación, Bachiller y estudios en..., con ideología -cada uno a su manera-. Y se diferencian también un porrón. Uno esperando que la vida le otorgue la oportunidad de forjar su futuro y otro lleno con un presente suculento, de "autoridad", aunque su futuro sea incierto. Burguesía frente a cultura de barrio. Cara y cruz. Ni más ni menos.

Lo dije hace dos meses, harán martir de la causa a Alexis. Ahora me reafirmo en mis palabras. Más aún después de lo sucedido esta semana. ¡Descabellado por mucho que esté previsto en el Código Penal solicitar la calificación del delito como amenazas graves con atentado a la autoridad!¿Queremos gobernar esta ciudad? Con estas actitudes me parece a mi que no lo conseguiremos. Y es que a cualquier vecino le parecerá una pasada solicitar una pena de entre ¿cuántos? !2 a 6 años de prisión! por una frase. Para justificar esto se ha montado en esta misma semana toda la parafernalia. Que si nos amenazan por la calle, que si no podemos llevar tranquilos a nuestros hijos al colegio, que si la presión que venimos sorportando es absolutamente insoportable, etc. Entonces, de ser así, cualquier vecino pensará ¡qué hacen sosteniendo en el gobierno a estos violentos!

Este fin de semana me emocionaba con el último artículo de David de la Cruz: "Para mi violencia es". Recomiendo su lectura. No es la primera vez que alguien escribe en este sentido, en la repulsa que socialmente puede suponer el ejercicio de la violencia y que ésta se manifiesta en muchas formas. Es cierto, quien guarda silencio, quien no se posiciona es cómplice de la violencia. Yo me posiciono, expresando mi opinión porque como militante socialista estoy en mi derecho y porque soy una de esas voces internas a las que aludía el otro día la concejala de Podemos Ana Fernández que ha pedido que se retire la denuncia por la paz social y por la gobernabilidad de nuestra ciudad. Por cierto, el perdón del ofendido también es una figura regulada en el código penal que podría extinguir la responsabilidad del imputado. Ahí lo dejo. 

El final del verano

Se acerca el final del verano. El primero a pleno rendimiento del nuevo equipo de gobierno. Y el apocalipsis no llegó a la ciudad. Regata, conciertos, cine en familia, flamenco de los balcones a las plazas, trofeo Carranza, martes de carnaval, espacios culturales con apertura casi ilimitada, puestas de sol incluida banda sonora, etc, etc, etc. Y 'pa' rematar los datos económicos parecen confirmar una buena gestión municipal o así se ha vendido el hecho de que el gobierno central no retenga la PIE al Ayuntamiento de Cádiz. A todo esto, ¡ningún miembro de la oposición ha criticado el coste de actividad alguna de las realizadas este verano con presupuesto municipal! Será porque ha estado todo en los términos de lo razonable o porque aún no se han podido enterar del coste. Ya veremos.  

Obstrucción a la labor de la oposición

En ocho años de labor en la oposición no recuerdo ni una sola petición de acceso a la información que fuera contestada por la ex alcaldesa en tiempo y forma. Es decir, de las cientos de peticiones que formulamos los concejales y concejalas socialistas ni una sola de ellas fue aceptada en los cinco días que contempla el Reglamento de Organización del Ayuntsmiento. La tónica general del anterior equipo de gobierno consistía en contestarte cada vez que pedías el acceso a un expediente con la manía frase de "se ha trasladado su petición a la delegación competente". Así una tras otra, las peticiones de la oposición dormían el sueño de los justos. Daba igual que solicitaras quinientas veces ese expediente, porque quinientas veces recibías la respuesta de Teófila Martínez con la misma frase. Llegué a tener cuarenta y cuatro expedientes sin poder consultar, entre ellos, el correspondiente a la licencia de apertura del Hotel Plaza, los gastos abonados por los distintos conciertos Cádiz Latino, la adjudicación de estos conciertos a la empresa Universo Latino Media, etc.

En una ocasión me personé acompañada de un notario en las dependencias municipales para que se levantara acta de la documentación a la que no tenía acceso. Fue cuando en el verano de 2010 se anunció en el Diario de Cádiz -previo pago- que cualquier empresa del sector podía presentar oferta para la licitación de los conciertos de la playa Cádiz 2012. Ni pliegos ni 'na' que se le pareciera se había elaborado. Así que ya se imaginan el resto. Esos conciertos, que incluían al cantante Chayane, terminaron como el rosario de la aurora.

En otro ocasión, acudí al despacho del Secretario General para "forzar" el acceso a tres expedientes que llevaban más de cuatro meses apilados en su despacho sin que la ex alcaldesa me autorizara poder verlos. Ni que decir que en más de una ocasión, en algunos de los documentos de los expedientes rezaban anotaciones, tales como "el expediente se encuentra en Secretaria porque lo ha pedido el grupo socialista", reflejando esta anotación una fecha de hasta cinco meses de antelación.

Y ¡qué decir de la obtención de copias! La ley que regula el funcionamiento de los Ayuntamientos establece que los concejales y concejalas podrán obtener copia de los decretos y acuerdos de los órganos de decisión de las Corporaciones Locales: pleno y Junta de Gobierno Local. Igualmente también tienen derecho a obtener copia cuando se trata de documentos que están incluidos en el orden del día de un órgano colegiado al que se pertenece. No sería capaz de contar las veces que he tenido que dirigirme a Teofila Martínez recordándole este derecho tras habérseme vulnerado. Uno de los momentos más duros que viví fue el día que fui convocada a una de las mesas de contratación de la adjudicación del alumbrado público -sí, ese expediente que se encuentra en estos momentos en investigación judicial- y la funcionaria de turno del área de contratación retiró dos informes del mismo para que no pudiera verlos. ¿Por qué? Fue mi pregunta. "Por ordenes superiores" fue su respuesta. Formulé la correspondiente queja al Secretario General y en quince minutos recibí un escrito de la exalcaldesa señalándome que la retirada de la documentación había sido un error de la técnica del área de contratación. Una excusa la que se me dio, de la que siempre dudé, porque jamás había ocurrido con anterioridad.

Así que cansados y cansadas de la situación, el grupo socialista decidió presentar demanda pidiendo el amparo de los tribunales ante la reiterada obstaculización al acceso a la información. Relatamos cada uno de los expedientes, concretando las veces que habían sido solicitados, adjuntando copia de cada una de las respuestas, haciendo  hincapié en lo sistemático de la cuestión. Para demostrar la obstaculización encubierta, se solicitó que el juzgado reclamará al ayuntamiento copia de los escritos dirigidos a las delegaciones municipales pidiendo cada uno de los expedientes y la respuestas de áquellos al gabinete de Alcadía, que eran quienes se encargaban de dar curso de nuestras peticiones. Sí, el poco personal administrativo de ese gabinete y las asesoras de Teófila eran quienes sistemáticamente redactaban esa frase de "se ha dado traslado a la delegación competente". De nada sirvió nuestra "visita" al juzgado porque un año después la jueza contestó que no había obstaculización alguna, puesto que la exalcaldesa no contestaba con negativa alguna, sino con una respuesta acorde al volumen de trabajo existente en el Ayuntamiento de Cádiz. Es decir, validó por ejemplo que en 2011 no hubiéramos recibido respuesta a expedientes solicitados en 2007 y en 2008.

Así que ahora cuando leo a José Blas Fernández llorar públicamente en su labor de oposición, cuando leo a este "personaje" amenazando al alcalde con presentar denuncia ante la Fiscalía si no le da los expedientes que solicitó en diciembre, inevitablemente me viene a la memoria mi experiencia en esos años. 

Indudablemente hubo dos protagonistas en la obstrucción a mi labor como concejala: Teófila Martínez y José Blas Fernández. Pero no quiero olvidarme del tercero: el actual portavoz socialista. Cuando acordó con el portavoz del PP que las peticiones dirigidas a la ex alcaldesa debian contar con su visto bueno, una media de control que nunca compartí puesto que suponía la restricción del derecho individual de los concejales y concejalas al acceso a la información. Bueno, ya saben, esos líderes desconfiados y acomplejados.... son así que les vamos a hacer!

No dejes para septiembre lo que puedas hacer hoy

No daba crédito cuando lo leí. "La Junta abordará en septiembre la posibilidad de abrir el piojito en agosto", rezaba el titular. ¿Cómo? Se anunciaba en el Diario de Cádiz. Igual tenemos suerte y la Junta estudia el próximo mes de septiembre la incorporación de Cádiz a la red andaluza de ciudades milenarias tras la petición del ayuntamiento.

Así que como parece que estuviera de moda esto de dejar para septiembre toda aquella decisión que pueda afectar a un colectivo, llámese ciudadanía o cualquier otra cosa, resulta que anoche los militantes socialistas nos encontramos con un correo electrónico en el que la Secretaria de Organización nos avanzaba que para septiembre se convocará una asamblea ordinaria. Bueno, no está mal, con mes y medio de antelación un anuncio de próxima asamblea que llegará con más de un año de retraso. 

La reanudación de las obras del Pabellón Portillo

Tiene razón el PP. ¡Menuda ridiculez el nuevo proyecto del Pabellón Portillo! ¿Cómo se atreve el gobierno municipal a presentar un proyecto que no supere o iguale el que teníamos hasta ahora? Hay que tener cara y poca vergüenza para presentar un proyecto así. Estos de Podemos no tienen ni idea de lo que hacen, de lo que plantean. ¿A quién se le ocurre confiar en estos mamarrachos? Sería mejor haber mantenido las cosas como estaban. 

Es verdad. Siempre fue mejor derribar un pabellón que funcionaba sin problemas. Adjudicar la obra y la posterior explotación del pabellón a una empresa privada. Desperdigar por las otras instalaciones deportivas a los usuarios/as y trabajadores/as. Mantener un solar como escombrera con las molestias pertinentes al vecindario. Pedir año tras año a la empresa adjudicataria que reinicie la obra. Darle plazos y más plazos. Y finalmente iniciar los trámites de resolución del contrato para terminar pagándole a la empresa que ha retrasado la ejecución de las obras la nimia cantidad de un millón trescientos mil euros. Por cierto, los presupuestos municipales de 2016 contemplan 641.000 euros destinados al pago de ese importe.