miércoles, 1 de junio de 2016

El circo plenario


No me resisto. El PP en su salsa. Dando muestras de lo que es: un partido trasnochado y ahora desubicado. Este video y sus circunstancias lo reflejan. Punto del orden del día, uno más, que el alcalde se retracte de sus palabras sobre Otegui. Pero ¿qué ha dicho? Que "parece que Otegui no fue condenado por delito de sangre". Cierto. Fue condenado por pertenencia a banda armada, que es lo mismo pero no igual. Y cumplió su condena o parte de ella, la de reclusión. Y aquí, en un Estado de Derecho, las reglas son esas, por ahora. No entiendan mis palabras como una defensa de tan siniestro personaje -me refiero a Otegui y no al alcalde, que también-. Porque no.

Un poco de enredo propiciado por un medio local, que siempre se convierten en el perejil para toda salsa, de las buenas. Hasta en cinco ocasiones pregunta el director del medio al alcalde si se reuniría con Otegui. En todas sus versiones, si lo invitaría a venir, si le pediría una reunión, si iría a un sitio en el que él estuviera, si hablaría con el... y no se cuantas cosas más. El alcalde que aún no le ha cogido la retranca a los medios, finalmente cae en sus redes, como un pequeño jabato. Si es que no puede ser. Ven, ahí estoy de acuerdo, 'pa' que le sirven tantos asesores y asesoras...

A lo que voy. 'Mu' propio del PP. Primero, se hacen los ofendidos por la cuestión, entrando en escena para presentar propuesta. El actor principal, uno de los 'tapaos'. Concejal de los más faltones del pleno -lo digo por propia experiencia-. Teatro, mucho. Me apropio de las victimas. "Mi partido es el único que las defiende de verdad, porque somos los únicos que hemos sufrido el terrorismo de ETA", o algo así. No soy capaz de escucharlo otra vez, porque pareció estar a un 'plis' de gritar el "España, una, grande y libre", y me da miedo. "Madre mía", dijo el alcalde. Este de que va, pensaría. Teatro, alcalde. O si no repase bien el vídeo. Provoca al público. "Voy a contarles a todos quien es ETA", dijo el ínclito Ortiz. Y vio entre el público su oportunidad de liarla parda. "Y también se lo explicaré al público", espetó. Memorable el "cree usted, Sr. alcalde, que me gusta ponerme así", 'ofú'. Pero ¡si está un minuto después destornillado! Y si no, miren cuando Romaní entra en escena, con un corriente papel secundario. La cara de Ortiz lo dice todo: "lo he conseguido, taco, taco". Sencillamente impresentable.

Y mientras tanto el alcalde que no se entera. Dice y posteriormente se ve pillado por sus palabras. "Sra. Martínez tiene usted razón, no se puede permitir que el público falte, insulte a los concejales y concejalas", ¡claro! Un año ha tardado en enterarse. Y aún no ha comprendido que el pueblo tiene que tener su palabra, y que ésta principalmente está en el correcto uso de la misma por los veintisiete que nos representan en el Salón Plenario, sean del color que sean.

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