No es nada secreto que desde septiembre del año pasado en el PP se vienen produciendo los codazos a tutiplén. La pérdida del poder municipal ha provocado la sequía económica a más de uno y de una. Es lo que tiene vivir de la política. Así que no tener el 'parné' asegurado ha provocado que más de uno y de una regrese a pleno rendimiento a su anterior profesión, a otros y a otras a buscarse la vida de nuevas y los demás a pegarse codazos para intentar subsistir de la política.
Y esto porqué lo cuento. Porque en diciembre el PP apostaba por el valor en alza en sus listas. Bruno García se incorporaba como número cinco en las listas al Congreso. Cuentan las malas lenguas que, al parecer, ese detalle hizo que se abriera la veda en el PP y desde el mes de diciembre anduvieran Ignacio Romaní y Mercedes Colombo haciéndole la puñeta al pobre chaval. Ahora, seis meses después ha sido relegado de la lista al Congreso por el portavoz municipal, Ignacio Romaní. Tiempo al tiempo. Parece que los codazos y las puñaladas no son patrimonio de partido alguno. 
Marta eso es lo normal cuando se pretende vivir sin trabajar como tambien pasa en el PSOE con algunos que conocemos entre ellos el actual portavoz municipal .
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