Finalmente, José Blas Fernández recibió su "merecido" homenaje. Ha sido como publicaban ayer los medios de comunicación en un acto privado, apartado del público que tanto lo increpa y que opina, que en realidad ha sido el "problema" de este reconocimiento. Se le ve contento en la foto... no se que pensará la Alcaldesa, quizás, un... "al final me he salido con la mía", y como señalaba en la entrada anterior... un pensamiento de "aquí mando yo".
Sinceramente, me preocupan las razones de una nueva vuelta atrás en la decisión de la Directiva del Club Caleta, una entidad privada que gestiona instalaciones públicas. Sabemos como es Pepe Blas con la gestión del patrimonio municipal, sobretodo cuando se trata de la utilización por las entidades de locales en precario. Ejemplos varios tenemos como el local de FACUA o el de la asociación de vecinos Rafael Alberti.
Pero más me preocupan los motivos por los que se le hace este reconocimiento al polémico concejal. Y con la luz y los taquígrafos, que se debe pedir en estos momentos, debe el concejal aclarar qué tipo de asesoramiento ha efectuado con la entidad y si éste puede haber colisionado con el ejercicio de su actividad pública. Porque puede parecer nada ético que quien dirige económica y patrimonialmente los intereses de los gaditanos, ejerza su profesión privada con quien luego subvenciona o a quien autoriza la cesión de un local. Lo dejo ahí.
Un último apunte en esta entrada, las amenazas de muerte o de cualquier otro tipo no tienen cabida en la democracia. Una cosa es ejercer la critica y otra es cruzar la delgada linea roja de la intolerancia, en este caso, además agresiva. Así que, desde estas líneas, mi más absoluto rechazo a este comportamiento.
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