Yo llego a lo que llego

Leía ayer atónita. ¡El rey no era capaz de dar una respuesta convincente a una ciudadana! La escena se producía en la entrega de los Premios Carlos V. Por enésima vez, año tras año, a las puertas del Real Monasterio de Yuste, una señora le reclamaba trabajo para los jóvenes. Mientras al "ciudadano Felipe" se le ponía cara de menuda chapa me está pegando esta bendita, la señora insistía para que el "afable" monarca pudiera entender en qué situación se encuentran sus conciudadanos, señalando a todas las jóvenes que allí se encontraban como desempleadas. "En ello están", primera respuesta. "Eso me dicen todos", señaló la mujer. "Yo llego a lo que llego", espetó el monarca. ¡Toma ya! ¡Menuda respuesta! Pues si no llega ¿qué hace ahí? Si fuera Presidente la República ya habría sido criticado por esta frase tan inadecuada para alguien que ostenta la máxima representación del Estado. 

Claro está. Seguramente ésta es la respuesta más utilizada en los últimos tiempos. La respuesta de moda para alguien que tiene responsabilidad pública y que no es capaz de solucionar el problema que le refiere algún ciudadano. Si no que se lo pregunten a quienes llevan años esperando una solución para la Escuela de Hostelería de Cádiz. En este conflicto algunos dirigentes socialistas han pasado del "arremeter" contra la Junta de Andalucía, a pedir información y últimamente a guardar silencio con el argumentario de que eso corresponde a otros, a los de tierras más lejanas.

Al final todo se resumen en otro trimestre más con la incertidumbre del inicio de la formación en esta escuela. Por cierto, sería conveniente que Juventudes Socialistas se manifestara al respecto. Si reivindican la apertura de la Casa de la Juventud durante los periodos de estudio intesivo, ¿por qué no se manifiestan sobre este conflicto que afecta de lleno a la juventud gaditana?