Sin información oficial, los socialistas estamos condenados a nutrirnos de la publicada en los medios de comunicación. Algo habitual por otra parte a pesar de las promesas y programas electorales cuando se conforman las candidaturas a las secretarías locales y provinciales en mi partido. Como en el día de la marmota, quienes propusieron participación de la militancia y asambleas cada tres meses, responden con los estatutos en la mano a la obligatoriedad de una cada seis meses, claro está ordinaria. Y esto lo digo, porque ahora resulta que se dice públicamente que "el PSOE está teniendo un debate sosegado" ¿eh? y ¡no nos hemos enterado la mayoría de militantes!, será que el debate "sosegado" se produce sólo y exclusivamente entre cuatro.
Los medios informan de que la consigna es "tiempo muerto". No se avanzará nada oficialmente sobre la postura de los socialistas hasta el día D. Mientras tanto la ciudadanía observa atónita los titubeos, la aceptación de encuentros con unos y el sibilino rechazo a los otros montado en el argumento de "no se dan las condiciones". ¿Cuáles? Nuevamente silencio, salvo cuando nos pasan un "papel" por debajo de la mesa y nos ponemos a opinar sobre aquello que ni siquiera conocemos su autoría. ¡Por Dios! ¿No hubiera sido más sencillo acudir al acto público del pasado viernes y recoger la información de primera mano? Insisto, no hay que tener miedo alguno a los debates públicos. En primer lugar, porque es lo que demanda la ciudadanía; y, en segundo lugar, porque seguro que coincidimos en los problemas de la ciudad con otras formaciones políticas y nosotros tenemos soluciones para poner sobre la mesa. Error: nos centramos en desechar las iniciativas propuestas en vez de hacer valer las nuestras.
"Ya veremos de aquí al sábado quién responde a los intereses de los ciudadanos", ha dicho hoy Susana Díaz. Así que, no puedo evitarlo. Me imagino el día D. Presidiendo Pepe Blas con la campanita en la mano -¡ay, madre, que Dios nos coja confesados!- y "actuando" como vocal de mesa María Romay de la Rosa, concejala más joven de Por Cádiz sí se puede. Cada candidato y la única candidata leyendo su intervención, con más o menos convencimiento, tristeza y/o titubeos. Por orden, debemos intervenir en tercer lugar. Y en ese momento, ¿qué vamos a hacer? ¿Pedir tiempo muerto como si de un partido de baloncesto se tratara? ¿Hacer la llamada del comodín? ¿Pedir un "aplausómetro"? -indudablemente, sé que la cuestión es seria, pero con el desconcierto que se está llevando...-. Ante este escenario, me parece muy peligroso el secretismo, la ausencia de explicación, que tarde o temprano tendrá que llegar, pero en ningún caso debe ser después del día 13 de junio. Lo contrario, en uno u otro sentido, no sería entendido por la ciudadanía.
Esta publicación coincide con lo que piensan muchos militantes del PSOE y ademas compartido por muchos Socialistas de verdad que no militan en los partidos , los verdaderos progresistas no entenderán un Ayuntamiento presidido por Teofila Martinez o cualquier otro candidato del PP.
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