Asamblea de "embestidura"

"Menudo lío tienen formado". Opinión generalizada en toda la ciudad. "Que se pongan ya de acuerdo con quien sea, pero los socialistas no pueden estar entre Pinto y Valdemoro". Esto decía ayer un señor sentado en la Plaza del Palillero. "A mi me da igual quien gobierne" -contestaba otro- "pero esto de ni contigo ni contra tí, no se ha visto nunca en la vida". 

¡Ay, madre! ¿Qué problema hay? ¡Qué indecisión! Lo último, que "caben todas la posibilidades". Rebajado el tono por el candidato de Podemos, pedidas las disculpas... no entiendo la decisión de no acudir a la asamblea organizada por la segunda fuerza política. Pudiera parecer una asamblea de "embestidura", donde tuviéramos que capear en todo momento, pero no tiene por que ser así. Si durante la campaña defendimos que teníamos programa, si incluso salimos diciendo que éramos el único partido que teníamos un proyecto creíble y realizable para la ciudad, sinceramente, no lo entiendo. Sería esa asamblea el momento para demostrar que era así y que sólo con nuestro acompañamiento la ciudad podría salir adelante de la "inestabilidad" institucional que se le está presuponiendo a un gobierno municipal de Podemos. Será que siempre he pensado que es mejor que en la vida te reprochen por lo que hiciste, que no por tus silencios.

Coincido en muchas cosas con el discurso oficial, pero en otras no, ahí está nuestra diversidad como partido centenario. No somos un partido asambleario y eso nos diferencia de podemos, pero siempre hemos sido un partido de gobierno, con iniciativas. También hemos sido un partido en el que nuestras bases contaban, y de haberse aceptado el órdago no dudo que la militancia hubiera respondido y hubiera acudido en masa para apoyar y dar calor a quien tuviera que defenderlas. Pero claro, no se pueden pedir peras al olmo. Si uno no arriesga ni da voz a la militancia, ¡cómo pedir que se acepte un debate público! Nos han adelantado por la izquierda y por la derecha, ¡habrá que cambiar en las formas! Más aún cuando esto es lo que pide la ciudadanía. Un cambio en la forma de hacer política. "Luz y taquígrafo" una frase muy repetida en nuestro ejercicio de oposición durante los últimos tres años. 

Y mientras tanto la margarita sin deshojar y la ambigüedad toma fuerza, de ahí a la irrelevancia, insisto, sólo hay una estrecha línea, y mucho me temo que no será roja.