Hay muchas cosas que me siguen indignando. Lo de mi Consejería, en ocasiones, es para pensárselo dos veces o, en todo caso, tener una boca 'prestá'. Resulta que somos -en primera persona- la Consejería que más trabajamos en favor de la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, y resulta que somos el personal más desconciliado del "mundo mundial". Para muestra un par de botones.
Hace menos de un mes se celebró la primera prueba de las oposiciones para el acceso al Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria. Una candidata se puso de parto el día anterior, lo que impidió su presentación a la citada prueba. La Consejería sentenció: pérdida de la prueba, con la correspondiente penalización. Toma ya. Decisión tomada e inmediatamente ejecutada. Hasta que la "chiquilla" hizo pública su situación y donde se "dijo digo, se dijo Diego". Así tal cual. Y es que no es de extrañar la decisión de la Dirección General de Recursos Humanos, le preceden otras. Como la tomada en la Circular de permisos y licencias del personal docente, respecto al permiso por intervención u hospitalización de un familiar. Y es que resulta que si aquélla es debida a un parto de un familiar hasta segundo grado, bajo ningún concepto se podrán autorizar los días que correspondieran al permiso. Oiga usted,¡ni que estuviéramos en la tasa de natalidad de un país centroafricano! Así que si tu hermana se pone de parto, nada de nada, que eso no es hospitalización, ni intervención quirúrgica ni 'na' que se le parezca.
Los destinos definitivos son el otro campo de batalla en esta cuestión. Y es que maestros y maestras cuyos centros de trabajo se abren al amanecer y se cierran a altas horas de la tarde, viven desconciliados durante años. A cientos de kilómetros de su domicilio habitual, provocando un desarraigo en ellos y ellas. Aquí en Educación, a diferencia de lo que ocurre en otras consejerías, las bolsas de trabajo o los concursos de traslado se conforman para todo el territorio andaluz, lo que genera situaciones de "caos" familiar en el personal docente. Este año, la Dirección General de Recursos Humanos ha implantado una nueva comisión de servicios para parte del personal funcionario de carrera. Y ha previsto que quienes tengan destino definitivo puedan pedirla presentando únicamente el "certificado de empadronamiento". Pero esta medida que por fin pone negro sobre blanco una reivindicación histórica del colectivo y que podrá ser solicitado aún sin tener a familiares a su cargo, se toma en perjuicio de otros colectivos como son los funcionarios en prácticas o los interinos. Así se conciliará a unos, desconciliando a otros. Esto ha motivado que algunos de estos colectivos hayan recurrido en los tribunales la decisión de la Consejería y que haya peticiones de todos los colores en plataforma de reivindicación como "change.org".
Y todo, porque algunos y algunas se han acostumbrado a tomar decisiones sin ponderar los perjuicios personales que pudieran provocar al colectivo de maestros y maestras en su más amplia acepción. Capítulo aparte en la historia de esta consejería merece el caos que se ha producido en los centros educativos al adelantar las oposiciones y celebrarlas antes de finalizar el curso escolar. De esto escribiré otro día.
Hace menos de un mes se celebró la primera prueba de las oposiciones para el acceso al Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria. Una candidata se puso de parto el día anterior, lo que impidió su presentación a la citada prueba. La Consejería sentenció: pérdida de la prueba, con la correspondiente penalización. Toma ya. Decisión tomada e inmediatamente ejecutada. Hasta que la "chiquilla" hizo pública su situación y donde se "dijo digo, se dijo Diego". Así tal cual. Y es que no es de extrañar la decisión de la Dirección General de Recursos Humanos, le preceden otras. Como la tomada en la Circular de permisos y licencias del personal docente, respecto al permiso por intervención u hospitalización de un familiar. Y es que resulta que si aquélla es debida a un parto de un familiar hasta segundo grado, bajo ningún concepto se podrán autorizar los días que correspondieran al permiso. Oiga usted,¡ni que estuviéramos en la tasa de natalidad de un país centroafricano! Así que si tu hermana se pone de parto, nada de nada, que eso no es hospitalización, ni intervención quirúrgica ni 'na' que se le parezca.
Los destinos definitivos son el otro campo de batalla en esta cuestión. Y es que maestros y maestras cuyos centros de trabajo se abren al amanecer y se cierran a altas horas de la tarde, viven desconciliados durante años. A cientos de kilómetros de su domicilio habitual, provocando un desarraigo en ellos y ellas. Aquí en Educación, a diferencia de lo que ocurre en otras consejerías, las bolsas de trabajo o los concursos de traslado se conforman para todo el territorio andaluz, lo que genera situaciones de "caos" familiar en el personal docente. Este año, la Dirección General de Recursos Humanos ha implantado una nueva comisión de servicios para parte del personal funcionario de carrera. Y ha previsto que quienes tengan destino definitivo puedan pedirla presentando únicamente el "certificado de empadronamiento". Pero esta medida que por fin pone negro sobre blanco una reivindicación histórica del colectivo y que podrá ser solicitado aún sin tener a familiares a su cargo, se toma en perjuicio de otros colectivos como son los funcionarios en prácticas o los interinos. Así se conciliará a unos, desconciliando a otros. Esto ha motivado que algunos de estos colectivos hayan recurrido en los tribunales la decisión de la Consejería y que haya peticiones de todos los colores en plataforma de reivindicación como "change.org".
Y todo, porque algunos y algunas se han acostumbrado a tomar decisiones sin ponderar los perjuicios personales que pudieran provocar al colectivo de maestros y maestras en su más amplia acepción. Capítulo aparte en la historia de esta consejería merece el caos que se ha producido en los centros educativos al adelantar las oposiciones y celebrarlas antes de finalizar el curso escolar. De esto escribiré otro día.
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