Apagones en la Casa de las Artes

Quince millones de euros. Cientos de disputas con el anterior gobierno municipal que se materializaron en modificaciones del proyecto inicial. Condiciones lamentables sufridas por el alumnado y profesorado en las anteriores dependencias. Y ahora, inaugurado, puesto en funcionamiento a pleno rendimiento, hay problemas con los suministros. Cuentan con certeza que la asignación presupuestaria para el mantenimiento del centro se ha disminuido considerablemente. Estas son las incongruencias de la Consejería de Educación. Se dota de un espacio mayor y se merma la cuantía para su sostenimiento, seguramente sobre la base equivocada de que al tratarse de un equipamiento nuevo requerirá de menor inversión.

Y es que el cambio ha sido sustancial. Pero también lo ha sido en quien paga las facturas, puesto que antes, en el caso de Música y Danza, era el Ayuntamiento quien se encargaba de abonar la luz y el agua al tratarse de edificios municipales. Por cierto, las tasas son carísimas para estudiar estas dos enseñanzas de régimen especial. Vamos, un lujo. El primer curso de la enseñanza básica de Danza suponen 190 euros, y de Música, 108 euros. ¡Tela! Tercero y cuarto en Danza alcanzan los 210 euros por alumno o alumna. Con estas cantidades, ¿cuántas Alicia Alonso o Nureyev se quedan por el camino? ¿Cuántos niños y niñas verán sus expectativas de enseñanzas artísticas mermadas con estas tasas tan insolidaridas? Injusticia social en toda regla.