Vaya por delante la buena impresión que siempre me ha causado el discurso de Alberto Garzón. Discrepo de él en algunas cuestiones. Se confiesa abiertamente comunista y ésto nos diferencia medio abismo en la forma de plantear soluciones a los problemas de la ciudadanía. Creo que es uno de los políticos que guarda mejor las formas, en principio, sin alterarse por nada ni con nadie, pese a su juventud. Sinceramente, creo que debió esperar a que la "ola" de Podemos pasara antes de entregarse en cuerpo y alma al proyecto, aunque la asfixia económica fuera patente en su formación. Más aún si como adelantaban las encuestas su resultado electoral el 26J podrían ser espectaculares pasando de dos a doce diputados o diputadas. Sus militantes sabrán.
Dicho esto, esta mañana me sorprendían sus declaraciones en la presentación del libro "Conversación con Alberto Garzón", que eran publicadas por la Cadena Ser. Al parecer arremetía contra los dirigentes socialistas. Pero, ¡bueno! ¡se ha contagiado de las malas formas de Iglesias! Pero, hurgando en la noticia, llegas a la conclusion de que Alberto tiene cierta razón. "En el PSOE faltan 'perfiles intelectuales' y sólo se dedican a las peleas internas para intentar sobrevivir, restando tiempo al estudio, la formación y la cercanía con la calle", reza el subtítulo de la noticia. "Suelen triunfar aquellos que se han dedicado íntegramente en su vida política al trabajo interno del partido", ¿no me digas? Tan cierto como que hay una militancia muy harta de esa situación, de esos reinos de taifas que se sustentan en el clientelismo. Pero no menos cierto que el progreso social de nuestro país se debe a los socialistas. Y claro está, seguidamente fui a ver la biografía de Alberto y me di cuenta que, sin conocer internamente como funciona IU, pudiera darse que también estaba hablando de sí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario