Pareciera que Iñaki Gabilondo ha querido dar voz a la mitad del partido socialista. A aquellos que en su día no apostamos por Pedro Sánchez como Secretario General y que ahora hemos observado atónitos como es casi devorado por aquellos y aquellas que salieron a recoger avales para él bajo el lema "Todos con Pedro".
Y es que Iñaki habla de la realidad de la organización como si militara en ella. Impresionante. Porque así es. Ansias de poder la invaden. Poder territorial para ver quién se hace más fuerte y se queda con los rescoldos cuando solo quede eso.
Los sentimientos descritos por Iñaki son los que me provocan tanto Pedro como Susana. Y las mismas apreciaciones haría sobre el uno y sobre la otra. Solo una cuestión se deja en el tintero el periodista ante la afirmación que realiza sobre Susana. "Tienes muchas cualidades políticas y personales para las tareas de partido, pero no tiene bagaje para llegar a donde quiere ir" señala el periodista, para luego afirmar que "parece que quienes le están siendo desleales son quienes no le hacen ver sus limitaciones". Y ahí está la madre del cordero. Quienes pululan alrededor de ella y quienes ocupan altos cargos institucionales y orgánicos tienen una estrecha alianza de poder, los mayores o los expertos del lugar interesados, algunos, en mantenerse en los sillones que en las altas y bajas cámaras ocupan, y los jóvenes -procedentes casi todos de las Juventudes Socialistas- atareados con el "échate pa'allá que ahora me toca a mi pegarle el pellizco al sueldo público". Hay un pacto de respeto entre generaciones, un pacto versado en la 'tajá', por eso se complementan entre ellos y no se molestan -ya lo dije en la entrada que hice hace un par de años sobre Beatriz Talegón-. Porque, si no ¿a qué vienen las sonrisas que esbozaban en sus caras Juan Cornejo y Mario Jiménez a la entrada de la delegación andaluza el Comité Federal del pasado 28 de diciembre con la difícil situación en la que se ha colocado a mi partido?
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