De nuevo condolencias. De nuevo actos de repulsa contra la violencia. De nuevo pánico entre quienes viven en grandes ciudades de países que son 'superpotencias'. Vulnerabilidad entre quienes nos hartamos de decir que somos demócratas. Sacarán pecho quienes en su torpeza no han sabido mirar al otro lado del mundo, de nuestro mundo, porque en éste parece que mientras no nos toque de lleno, nada nos preocupará.
Hoy nuestro mundo se ha levantado azotado por el terror. El mismo que se vive en el mundo de los que huyen, de los que se encuentran con las alambradas, con las concertinas en las fronteras, mientras imploran poder cruzar para conseguir un trozo de pan que sacie el hambre de sus calamitosas vidas. 129 se cortaron ayer mientras disfrutaban de un concierto o comían placidamente en la terraza de un bar. En el nuevo mundo éstas se suman a las de otras fechas fatidicamente señaladas. En el antiguo mundo, en el que se soporta todos los días el terror de ISIS, DAES, Al-Qaeda, como 'puñetas' se llamen, miles de asesinados y quienes no lo son, mueren en vida si no abrazan la fe del terror.
¡Horror! ¿Cuál fue la mecha? No lo sé. Compartí en el día de hoy a través de facebook la foto endiablada de las azores. Quizás fue ese el momento. Pero, la cuestión ahora es ¿cómo actuar? Hoy mi sobrina me decía. "tita, se va a crear la tercera Guerra Mundial". Le contesté: "espero que no sea así, pero mucho hemos hecho para merecérnoslos". Estamos dirigidos por la locura. Por la visión cortoplacista del individualismo. Miedo me da de la solución de estos locos. Hoy se celebraron sesiones de todos los comités de seguridad habidos y por haber. Ahora se planificará la respuesta contra quienes usaron la barbarie. La muerte de miles de niños huyendo de la guerra no fue suficiente para tomarse la cuestión con la seriedad que merecía.
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