Empiezan los primeros cambios en las Delegaciones Territoriales de la Junta de Andalucía y la perpetuación de algunos en las mismas, ya con "loctite" en los sillones. Con independencia de nombres y procedencia de los designados y designadas, lo importante es la nueva estructura de la Junta en las provincias. Por fin, alguien se ha dado cuenta de que adelgazar la administración autonómica en las provincias era un error. Por eso, hoy escuchando en la Cadena Ser al Delegado del Gobierno (en funciones), Fernando López Gil, éste parecía que tres años después se ha dado cuenta de que las Delegaciones con una abultada gestión y con un altísimo presupuesto no pueden estar unidas. Ha puesto el ejemplo de la Delegación de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca y Ordenación del Territorio. Yo pondría la de Educación, Cultura y Deporte. Un desastre en atención al usuario y a los colectivos, no por el personal que en ella trabaja, sino por la anterior Delegada, que, entre otras cuestiones, no daba abasto.
Un apunte más. El adelgazamiento de la Junta de Andalucía o el recorte en altos cargos comprometido con Ciudadanos en el pacto de investidura, debe hacerse arriba, en Sevilla. No sólo en cuanto a las numerosas Direcciones Generales que existen en cada una de las Consejerías o en las Secretarías Generales Técnicas que en algunos casos se triplican, sino en los puestos de libre designación que son un escándalo. Si alguien tiene curiosidad, con leer un par de semanas el BOJA tiene más que suficiente.
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