Todo el país escandalizado con el asunto de las tarjetas "black" de Caja Madrid. Primero porque existieran, después porque se utilizaran 'a destajo'. Dos cuestiones sobre este asunto. ¿Caja Madrid fue la única caja que tenía este tipo de tarjetas para sus consejeros? ¿Cinco mujeres investigadas en este escándalo y ochenta y un hombres? La primera pregunta no tiene aún respuesta. Ciertamente, puñaladas he visto por entrar en alguna caja, pudo ser simplemente por aparentar de ostentación de cargo. No lo sé. A la segunda pregunta sí tengo clara la respuesta. Otra circunstancia que permite advertir el patriarcado en el que estamos sumidos. Cinco mujeres en el Consejo de Administración de Caja Madrid. Sin duda, ahí está la clave. Que utilizaron la tarjeta con el mismo despilfarro y sin importarles el destino al que dirigían a la caja. Sin importarles igualmente la situación de los ancianos a los que se había engañado con las preferentes. Cinco de ochenta y seis consejeros. La cifra canta. Los puestos de dirección y de decisión siguen siendo ocupados por hombres. Por cierto, desde el primer momento que surgió públicamente el escándalo me acordé de otro comportamiento que tuvo el primer gerente de ISE Andalucía, relacionado también con tarjetas bancarias. Tela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario