Escuela de Hostelería de Cádiz

No dista mucho entre esta imagen de la derecha, en la que el Delegado del Gobierno acompañado de la Delegada de Empleo visitaban las instalaciones de la Escuela de Hostelería de Cádiz, con la de la izquierda, la de la reivindicación del mantenimiento no sólo de la oferta formativa de la Escuela y su profesorado. Dista exactamente un año entre las dos fotos. Aunque ciertamente las reivindicaciones perduran desde al menos seis meses, desde que empezaron los "problemas" con la justificación de las subvenciones. Y es que no se puede mantener un "conflicto" abierto durante tantos meses, de incertidumbre, de pesadumbre, de inquietud y de penuria para quienes viven de su profesión, que no es la de los votos, sino la de trasladar su formación y experiencia a cientos de alumnos/as con tan buenos resultados como se ha demostrado desde que la escuela abrió.

 

Por eso, desde aquí, quiero decir que me pareció muy bueno el paso adelante que pegó el pasado viernes mi partido, con la voz del Secretario General. Hay que reconocer que las cosas no se hacen bien, aunque sea cierto que las justificaciones de las subvenciones tengan su miga y lo sé de buena tinta, pero no podemos estar enredados en la burocaria que agota al ciudadano. No podemos ir y mantener un encuentro con alumnos/as y docentes, decir que lo hacemos mal -como me consta que se ha hecho- y salir por la puerta y no hacer más. Y efectivamente, cuando se traslada esa opinión dentro del partido, cuando se da curso a la reivindicación dentro del partido, y quienes tienen que trasladarla a instancias superiores no lo hacen o éstas hacen caso omiso, debe el partido partise la cara donde deba hacerlo, aún teniendo que hacerlo público como pasó el viernes.

 

Este es el camino, si queremos recuperar la credibilidad. Y así se lo expresé al Secretario General en la última asamblea ordinaria. No podemos mantenernos impasibles cuando no son aceptables las situaciones. No podemos armar el discurso de la legitimación de la desinversión por la Junta de Andalucía en la ciudad de Cádiz, y tenenos que defender con uñas y dientes los intereses de la ciudad. Eso sí es hacer socialismo en Cádiz. Sólo falta escuchar la voz de  todos y todas y que corran los flujos de la participación dentro del partido.