En la prensa de ayer se publica una interesante entrevista a Carlos Mariscal. Carlos fue durante varios años el concejal responsable, entre otras cosas, de los carnavales de nuestra ciudad. No voy a opinar si aquel carnaval era mejor o peor que el actual. Todos sabemos que el carnaval es una fiesta viva, dinámica y que responde a la realidad de cada tiempo. Lo que sin duda puedo afirmar es que Carlos Mariscal se entregó en cuerpo y alma a su responsabilidad. Y eso seguro que le dió buenos momentos pero también muchos disgustos y sinsabores. El ejercicio de la vida pública en un ayuntamiento puede ser gratificante pero también está lleno de ingratitudes, y no creo decir ninguna barbaridad si afirmo que el mundo del carnaval es especialmente complicado. Carlos se dejó el pellejo en la tarea de hacer un buen carnaval para la ciudad, acompañado en esta tarea por mi compañero y amigo Antonio Cabrera. Creo que es justo reconocerlo y sería mezquino lo contrario. Que se equivocó, claro que sí como cualquier ser humano, pero puesta su gestión en una balanza se decanta claramente al lado de lo positivo y bien hecho.
Os dejo el enlace.
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