Cada vez que hago una entrada sobre alguien de mi partido para felicitarle o simplemente dar cuenta de que asume nuevas responsabilidades mi buzón se llena de comentarios spam. Pensaba esta vez callarme, no escribir y darme por satisfecha con el mensaje de felicitación que le hice a Chiqui nada más enterarme de que es el flamante Consejero de la Presidencia del nuevo Gobierno de Andalucía y la respuesta cariñosa que me ha mandado. Pero no, si no me frenan Pepe Blas ni Teófila en mi tarea de hacer oposición a favor de los gaditanos, tampoco me van a frenar un puñado de cobardes escondidos en el anonimato.
Y es que me alegro de verdad de este nombramiento. Primero por el partido en la provincia que gana una voz seria y responsable en el seno del Gobierno andaluz. Y eso es muy importante, no porque crea en las cuotas territoriales, porque a fin de cuentas todos los consejeros son andaluces y tienen una visión global de nuestra tierra, sin catetismo ni localismos. Pero es que se echaba en falta la voz gaditana, el acento provincial para que no se olviden nuestros muchos y graves problemas, para que no se eche en falta la aportación de Cádiz que puede ser, y es, mucha y de calidad.
Jiménez Barrios es un hombre de experiencia política en el buen sentido de la expresión, buena capacidad de gestión y honestidad en sus más diversos significados. En este sentido creo que el Gobierno de Andalucía gana un activo de primera. Político de consensos, de hablar y dialogar hasta la extenuación, de escuchar y más de ir a pie que en coche. Por supuesto que también hablamos de una persona trabajadora. En fin, no me explayo más en este tema para no despertar suspicacias.
Hay otra clave de esta nombramiento que quiero destacar, y es la vertiente interna de mi partido en la provincia. Jiménez Barrios es cualquier cosa menos sectario y cainita. Por supuesto que tiene sus posiciones y es leal a sus compañeros de viaje, pero no está cerrado a otras sensibilidades. Conoce personalmente a todo el mundo, a quienes fueron y a quienes pretender ser, con un nivel alto de confianza y amabilidad. Carece de grandes aristas o asperezas que lo hagan intratable. Se trata en definitiva de una persona de consensos y de diólogo, justo lo que necesitamos.
En fin, no deseo más que parabienes a Chiqui Jiménez Barrios en sus nuevas responsabillidades, por el bien de Andalucía y de la provincia de Cádiz.
Jiménez Barrios es un hombre de experiencia política en el buen sentido de la expresión, buena capacidad de gestión y honestidad en sus más diversos significados. En este sentido creo que el Gobierno de Andalucía gana un activo de primera. Político de consensos, de hablar y dialogar hasta la extenuación, de escuchar y más de ir a pie que en coche. Por supuesto que también hablamos de una persona trabajadora. En fin, no me explayo más en este tema para no despertar suspicacias.
Hay otra clave de esta nombramiento que quiero destacar, y es la vertiente interna de mi partido en la provincia. Jiménez Barrios es cualquier cosa menos sectario y cainita. Por supuesto que tiene sus posiciones y es leal a sus compañeros de viaje, pero no está cerrado a otras sensibilidades. Conoce personalmente a todo el mundo, a quienes fueron y a quienes pretender ser, con un nivel alto de confianza y amabilidad. Carece de grandes aristas o asperezas que lo hagan intratable. Se trata en definitiva de una persona de consensos y de diólogo, justo lo que necesitamos.
En fin, no deseo más que parabienes a Chiqui Jiménez Barrios en sus nuevas responsabillidades, por el bien de Andalucía y de la provincia de Cádiz.
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