Se cumplen 106 años de la muerte de Fermín Salvochea, hombre de izquierdas, federalista y libertario. Un personaje en nuestra ciudad que es recordado con cariño y admiración por toda la ciudadanía, incluso respetado por los sectores conservadores. La Asociación Amigos de Fermín Salvochea ha preparado una serie de actos en su recuerdo y homenaje, habrá que estar allí apoyándolos y en memoria de este gaditano generoso y entregado a la causa de los más desfavorecidos. Por motivo de la posible lluvia se retrasa al martes uno de octubre la inauguración de un monolito conmemorativo en la Plaza de Candelaria. Hay que agradecer a este grupo de gaditanos y gaditanas el esfuerzo que hacen en pro de la figura de Salvochea. Destaco su faceta de alcalde como un hito, como el momento en que una persona de progreso accedió al sillón de la alcaldía. Para mi tres son los nombres de los alcaldes que guardo en mi corazón con un cariño especial. El propio Fermín Salvochea, Manuel de la Pinta el alcalde republicano que fue fusilado en Córdoba en los primeros día del golpe de estado fascista de 1936 y cuyo aniversario es también el uno de octubre y, por último, Carlos Díaz el alcalde socialista de Cádiz que recogió un ayuntamiento decimonónico, atrasado y sin recursos y dejó una administración moderna preparada para los retos de nuestro tiempo. Hoy toca el homenaje a Salvochea y el martes a éste y a Manuel de la Pinta. Carlos está siempre presente, afortunadamente vivo y saludable entre nosotros, por lo que el mejor homenaje es la amistad y el respeto que todos los gaditanos y gaditanas de bien le profesamos.
Lo dicho, es el día de Fermín Salvochea.
La injusticia histórica que esta ciudad ha hecho con Carlos Díaz no tiene nombre. Vilipendiado y calumniado cuando estaba en ejercicio por lo más soez y rancio de la derecha gaditana. Ahora lo tratan de caballero. Son unos falsos. Estoy de acuerdo contigo, tengo edad más que suficiente para recordarlo, en que se encontró un Ayuntamiento en ruinas herencia del falangista que comía con una sola mano y de Beltrami al que la Caja de Ahorros de Cádiz puso en la alcaldía para cobrar lo que se le debía desde el muncipio. Carlos Díaz se encontró un ayuntamiento sin una peseta y con pocos funcionarios, mal pagados y algunos heredados del antiguo régimen. Hizo más con menos que esta señora que nos gobierna desde la soberbia y el llanto histérico. Un abrazo, Marta, y sigue luchando.
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